viernes, abril 29, 2005

Sesi sesi sesi

Dicen: "A mi como me gustas es con una camiseta, el pelo recogido y tus gafas". ¡Ja!. "Y, entonces, ¿por qué no dejas de mirar a la perrona esa del canal de la mancha (escote) y el gotelé facial?". "A todo el mundo de gustan las tías buenas (pero he comprobado, evidentemente no por experiencia propia, que muy pocos de los del pack camiseta-pelo natural-gafas se atreven con ellas porque prefieren una belleza que no cuestione su seguridad en sí mismos y maltrecha autoestima)".

Así que ayer me puse mis mejores galas pérricas (que ahora que lo pienso son bastante monjiles, baste decir que la falda me tapaba media rodilla y el cuello de la camiseta estaba pegado al mío propio) y me fui con mi amiga U al concierto de Astrud. Allí todo el mundo era gay. Así que mis galas pérricas pasaron totalmente desapercibidas. Cosa que tampoco me importó mucho porque yo me visto como terapia psicológica. (En vez de hacer Reiki me pongo lo que me hace sentir mejor en cada momento bueno, basta ya de divagaciones de frívola-fashion... que me estoy enmendando!). Pero si me hizo pensar algo:

1-Trabajo en casa, luego no me relaciono con seres humanos nada más que por teléfono, y da la casualidad de que a los únicos que entrevisto in person suelen ser o mujeres(heterosexuales) o gays.

3-No hago actividades grupales tipo clase de inglés, gimnasio, tai-chi-jare... fundamentalemnte porque mi economía no me lo permite.

2-Últimamente cuando salgo (de salir por la noche, digo) lo hago con:
2a-Un grupo de amigas en el que un 90% tienen pareja y van con ella.
2b-Amigos masculinos individuales. Quiero decir que salgo con un amigo (amigo-amigo... no amigo-quiero-tener-derecho-a-roce) con lo cual exteriormente puede pensarse que estamos juntos.
2c-Un grupo de amigos hombres (y sólo de vez en cuando acompañados por alguna novia y amiga).
2d-Un grupo de amigas guapísimas solteras que me eclipsan o si no lo hacen simplemente captan las miradas de la gente primero porque les quedan a la altura de los ojos y para mirarme a mí tienen que agacharse.

Y he sacado la siguiente conclusión: ¡Así no voy a ninguna parte! ¡Así seguiré quedándome los domingos por la tarde en casa!¡Seguiré volviendo sola del aeropuerto!¡La hermana M tendrá razón! y lo peor de todo.... ¿me importa? ¡No!.... dios mio, esto no tiene remedio!

jueves, abril 28, 2005

Un jueguecito

Bueno hoy tengo el cerebro totalmente seco. Así que os propongo un reto. Cuando escribo alguno de mis terribles repors suelo sustituir los nombres de las personas o entidades de los que no me acuerdo por "jares". Prefiero escribir del tirón y después ir completando y corrigiendo (por eso este blog tiene la ortografía de un dislexico al que le está mordiendo una piraña sus partes bajas). A veces pongo tantos "jares" que un día se me va a colar uno y va a ser el fin de mi no-carrera (jua-jua). Ahí os pongo parte del truño texto que tengo que acabar hoy (mira lo que estoy haciendo). Tenéis que conseguir adivinar de qué va.... habrá premios para quién lo descifre (muñecas chochonas excluidas, de los premios digo):

Junto a las jares, lo expertos en klander, suelen utilizar otras técnicas como la nare y el pare o terapia de placton. El doctor Mason explica que puede combinar las tres técnicas según el caso: “todo forma parte de la misma técnica porque se basa en los peich y anes de la klander”. La nare consiste en la combustión de cilindros de artemisa-una planta aromática-sobre las jares o cerca de los peich de klander. Se emplea, según el doctor Mason, para eliminar el fridor y la emein. En el pare se utilizan freis, generalmente de cristal, para hacer placton sobre la piel y conseguir “que los capilares se dilaten y llegue más sangre a la zona”.

Venga, que es muy fácil.... incluso jander.... (festival del humor)

martes, abril 26, 2005

La primavera ha llegado a la perri

Ya está aquí. Las camisetas de sisa (me encanta esa expresión) ya han llegado y presiento que dentro de poco lo harán las sandalias. Es uno de los momentos más esperados del año para el Mago (la aparición de sisas y sandalias digo) y uno de los que más tensión generan en la perri. Porque la perri es casi perri albina (ya he dicho mil veces que yo tengo mucho más que ver con una inglesa que con una italiana y esta es la prueba). Cuando sale a la calle en invierno no pasa nada porque los mediterráneos que dominan este país están así como verdes mientras que mi blanco sonrasado resplandece entre los colores oscuros de las prendas invernales. Pero ahora, ahora los mediterráneos se toman la revancha: se ponen morenos como un zapato a los dos rayos y las perronas presumen de piel dorada hipersexual mientras que mis piernas captan todas las miradas por su aspecto de:
1- extranjera de un país del este ex-comunista donde todavía no ha llegado la lámapara
2- niña enferma a la que le han dado un permiso especial en el hospital
3-bicho raro que vive pegada a su ordenador y repele el contacto del aire libre

Yo tengo que entafarrarme en crema factor 1.200 especical superficie solar y aún así procuro andar por la sombra porque el cangrejo alemán que hay en mi brota, a la primera de cambio. Además no soporto las temperaturas altas: me quedo como ralentizada, me dan bajones de tensión constántemente y sufro, sufro mucho. El verano madrileño no está hecho para la perri.

El caso es que el año pasado descubrí los autobronceadores: en concreto las toallitas. Las descubrí en el aeropuerto mientras las dependientas de un duty free comentaban los milagros de los dichosos papelitos mágicos. Así que los probé y cometí todos los errores que se pueden cometer en su uso y que deberían estar indicados en la caja:
nunca te lo heches antes de una cita importante (porqué acabé a rayas: mitad amarilla enfermedad hepática, mitad blanca campo de concentración),
nunca te lo heches y luego te pongas ropa (a quién se le ocurre vestirse a las tres horas de echarte dos miligramos de crema enmorenadora: a mí!. Resultado: las arrugas del vaquero se marcaron en mis muslos bicolores)
nunca te lo eches porque luego lloras. Antes de las toallitas autobronceadoras no quería salir a la calle porque parecía el yeti y después no quería salir de mi habitación porque parecía que estaba sucia.

Este año lo volveré a intentar. Todo sea por no sentirme celta discriminada entre tanto moro (jiji)

lunes, abril 25, 2005

Los hombres son unos capullos

Lo son. Lo sabemos. No hay nada que hacer. La esperanza ha muerto. El negro-luto nos sienta bien.

Son capullos siempre, pero especialmente cuando:
-Dicen que necesitan espacio: es lo que yo llamo el efecto espacio-chicle. Esto es, el espacio necesitado se vuelve muy grande cuando les proponemos planes que, curiosamente, no les interesa y disminuye hasta volverse casi inexistente cuando están enfermos, se encuentran mal, están borrachos.

-Dicen: "Tengo dudas": Sí, yo también tengo dudas. No se si despedazarte el pito con un cuchillo oxidado y luego dárselo de comer a las ratas o enganchártelo mediante un anzuelo a un tren del alta velocidad mientras te clavo (cual Xto) a una cama de agujas de las que utiliza tu madre (sigue leyendo para entender esto último).

-Dicen: "No puedo ir a cenar contigo porque mi madre me ha preparado ya la cena"... y "es que mi madre ha estado recogiendo percebes de rodillas durante 12 horas a siete grados bajo cero... luego ha venido haciendo el camino de Santiago y ahora me los ha cocinado con el líquido de su columna vertebral que se ha extraído para esta ocasión especial con una aguja de 12 centímetros... pero puedo decirle que no voy y que voy contigo... si quieres"... "Sí, quiero!!!!!!!!"

-Son perro del hortelano. Porque lo son. Hasta la muerte: "No quiero estar contigo pero ponte este cinturón metálico que te he comprado y luego pásame la llave que me la voy a tragar".

-Se olvidan de todo. No, no es que tenga fishy memory. No es que este tan atareado en su trabajo que se le vaya todo. No es que sean un desastre... ¡Es que no les interesa! ¡Ni lo más mínimo!

-Dicen "no se porqué te enfadas"

Si tenéis más sujerencias, por favor, compartidlas y las iré añadiendo. Y no os engañéis: NO hay excepciones. ¡Ya no quedan hombres como Mulder!

viernes, abril 22, 2005

Ya no tengo raiz

He ido a la pelu. Y no ha sido indoloro. Me han teñido de un color que no era y mientras esperaba a que el segundo tinte corroyese mi pelo vi a una monja con hábito blanco pasar a la cabina de depilación. No daba credito. En serio, pensé que los efluvios del amoniaco me habían transtornado definitivamente. Yo pensaba que las monjas no tenían pelo. De hecho, yo creía que Dios al llamarlas (ya sabéis, la famosa llamada de Dios) les quitaba directamente el pelo corporal así como para compensarlas por una vida de privaciones. Pero va a ser que no.

Al lavarme la cabeza me produjeron lesiones cervicales de tercer grado con ese intrumento de tortura palangana-forme que la peluqera clavó en mis costillas de un golpe seco. Ahora mi pelo parece un híbrido a medio camino entre Isabel Preisler y María Teresa Campos (alias la abuela roquera). Como todas las españolas, he pagado porque me hagan todo lo contrario de lo que he pedido y me hundan la autoestima para un par de días o incluso más porque al pasar la tarjeta la puta de la peluquera me ha espetado: "Ya solo te quedan dos meses para disfrutar del descuento para jóvenes"... como diciendo en realidad: "estas envejeciendo y te jodes porque con ese pelo que te hemos dejado solo te van a acercar los pijos de ICADE de 2o para abajo".

Así que estoy en mi casa... con el pelo como una tarta de bodas, la autoestima por los callos, las cervicales sonando cual mila ximenez cantando blues y con unos cuantos-bastantes yuros menos en el bolsillo. ¡Habrá que salir a la caza del inverve de ICADE!

jueves, abril 21, 2005

Perra mala

¿Qué pasa cuando odias a una persona que "todo el mundo" quiere y no puedes expresar publicamente tus sentimientos de repulsa porque "todo el mundo" se volverá contra ti? Pues que te callas y alimentas la úlcera que se ha instalado en tu estómago.

No se si os habrá pasado alguna vez, pero es una sensación horrible de impotencia. Tú al principio odias y, desde luego, para desarrollar un sentimiento así (entiéndanme no es odio en estado puro y verdadero sino más bien una mala leche que se dispara automáticamente ante la presencia física -o no- de esa persona), tienes buenos argumentos. Sabes, como se sabe que la segunda temporada de Motivos personales va a ser un fracaso, que es mala, pero mala mala mala. Y en este caso he de decir que también manipuladora (manipuladora-mala-mala). De hecho, desde ahora voy a llamar a esa persona la triple m (3m). Pero es que el resto de la gente no se da cuenta, y no solo no se da cuenta sino que 3m les cae genial. Y tú no puedes entenderlo porque ves clarísimamente que 3m merece un probar un poco de su veneno ¿pero cómo si todos piensan que es la reencarnación de Santa Teresa?

Dicen cosas como: "es muy buena persona" o "es un cielo" o "jo, que ganas tenemos de ver a 3m" o "que bien nos lo pasamos con 3m" y tú (en pensamientos o a gritos en tu habitación fruto de tanta indignación reconcentrada, claro): "Pero si 3m es lo peor del universo", "pero si merece lapidación al amanecer", "j*put***, cabr******, tu jander mason!", etc...

Empiezas a pensar que te estas volviendo loca. Que es todo un complot tipo "El show de Truman" y que es imposible que mientras tú ves a 3m empujando a una ancianita ciega con un cachorro de perro salchica recién nacido en los brazos hacia un precipicio lleno de residuos tóxicos de los años 80.... ellos ven como enjuaga con sus manos y corta con sus dientes las asperezas y callos de un bagavundo que se dio a la indigencia tras regresar andando del K-2 (que escaló y culminó) y comprobar que es alérgico al jabón y al agua. ¡Imposible!

Es como que tu ves (con tus lentillas recién graduadas) a 3m escoger a un niño de carne tierna, sujetarlo por el cuello, morderle la yugular, succionar su sangre (incluso ves el hilillo que le arrolla por la barbilla..elle) y "todo el mundo" que está a tu lado, a la misma distancia, desde el mismo ángulo dice: "mira que buena gente, si está desinfectando la herida de ese niño. Debe haberle picado una pitón moteada brasileña" y entonces tú ya no puedes más, se te sube toda la sangre (porque a tí, afortunadamente no te ha intentado desinfectar) a la cabeza, todo se acelera, tu yocorporal se separa de tu yohetéreo (ya sabéis esa división siempre precede a un momento sandía) y gritas: "¡Pero que estáis gilipolla! ¡es que no os dais cuenta de que está intentando matar al niño!¡Joder, miradlo que le está chupando la sangre! ¡qué el niño está azul! ¡qué hay por lo menos 10 niños alrededor que no se mueven y también están azules! ¡que la pitón moteada brasileña se ha extinguido ya, joder!"...

Te quedas tan agusto... y miras a las caras de "todo el mundo" esperando haberles abierto los ojos de una vez. Todo te parece tan claro, tan lógico... por fin 3m será desenmascarado.

"Perri, hay que ver lo mala y lo envidiosa que eres. 3m es un cielo, cómo se te ocurre acusarle de esas atrocidades. Es todo mentira. Además que nos tomas por tontos... si es que lo estamos viendo con nuestros propios ojos. ¡Los 10 niños no se mueven porque están durmiendo la siesta!... eres lo peor... ¡verguenza te debería de dar hablar así de 3m!" y 3m, que os recuero, por algo es 3m (manipuladora-mala-mala), aprovecha el momento y se hace la víctima y empieza a llorar (los malos siempre lloran, lo siento, lo tengo comprobado, es al revés que en las pelis)...

Tu te vuelves completamente loca, la úlcera prospera de golpe en tu estómago otros 10 cm y te das a la bebida mientras "todo el mundo" consuela a 3m. Y empiezas a preguntarte si la mala realmente no eres tú. Fin.

(he de decir que en este caso "todo el mundo" no es, evidentemente literal, pero se -por experiencias de otros amigos- que puede llegar a serlo)

martes, abril 19, 2005

Tengo raiz

¡Tengo raiz! y no, no soy una planta. Me refiero a la raiz del pelo, esa cosa horrible que le sale a tu cabeza cuando hace dos meses que no te tiñes, esa cosa tocacojones que las ricas y modelis no saben ni lo que existe, esa cosa deprimente que se hace más grande cuanto peor te sientes, esa cosa que te hace parecer vieja, descuidada y al borde de la indigencia. Esa cosa, y muuuy grande es lo que yo tengo. Ayer no me parecía tan grande pero hoy al mirarme en el espejo casi me caigo de culo. Y es que en una noche se ha metamorfoseado de riachuelo a canal de la mancha. Os lo juro.

El caso es que, amigos míos, tengo raiz. Y hay que hacer algo con ella porque además,,,,,¡tengo canas! Sí, es cierto, la perri tiene pelos blancos, es perricanosa (valga la redundancia) y es apenas una adolescente ¡Ay, que cruel sino! El caso es que no tengo un par de pelos blancos como algunas de mi quinta. Más bien parezco la abuelita mod del anuncio de San Miguel 00 con un toque de manzana (sí, se que es muy rebuscado pero que queréis: tenéis que ver más la tele para leer este blog). Sí, vivo esclavizada por el tinte. Y no, no pienso dejarme crecer una melena gris como me recomiendan todos los que tienen el pelo negro como un zapato (cabrones). Me niego. Ya se que en los países nórdicos es muy normal pero, aunque lo parezca, yo no vengo de Laponia (donde hace frío). Yo soy de asturias, la región donde todas las mujeres mayores de 40 llevan el pelo rubio y corto.

A mi la raiz me da inseguridad. Me hace sentir indefensa. Se me retira el ladrido, oiga. Es que ni me apetece salir de casa porque se que todo el mundo (especialmente las mujeres) me hablarán directamente al nacimiento del pelo y pensarán (o lo que es peor, dirán después cuando yo me vaya): "Hay que ver que raiz lleva carmen... si es que está muy descuidada" "sí, sí y te has fijado cuantas canas tienes... hija que mal aspecto". Tengo que ir a la pelu... y la pelu doggies siempre da mucho juego. Os contaré. Ah, por cierto: habemus papa, pero eso no es importante... ¡lo importante es que yo tengo raiz!

lunes, abril 18, 2005

I hate mondays

Hoy es lunes. El día que, tras concentrar durante dos semanas los peores momentos de la nueva era, ha sido designado por mí "jornada maldita y gafada". Hoy es ese día. Todo sigue igual y, como nada ha cambiado, estas 16 horas de lunes ya han traído sus malas noticias (no desastrosas pero sí malas).

Existe otra dimensión. Una dimensión en la que ha pasado las entrevistas y hoy me incorporo a una nueva vida llena de posibilidades donde conozco a gente nueva, hago cosas nuevas y me siento nueva. Por supuesto es un momento de muchos nervios y un elevado acojone... pero todo se abre ante mí como un océano.

Desgraciadamente este blog lo escribo desde la dimensión que es como la cinta transportadora de un aeropuerto..(esa que va lenta y en mi opinión es un invento inutil porque no sirve para nada). Todo sigue igual y se me escapa un poco la forma en que puedo cambiarlo... porque, creo que está claro, quiero cambiarlo. Hoy es lunes y afortunadamente en esta dimensión estoy en mi casa con la madre-cazadora y el resto de la familia. Mi amiga a dice que la única forma de deshacerme la jornada maldita y gafada es que me pase algo fantástico un lunes (muy lista mi amiga a). Así que espero a que esa cosa fantástica llegue y mientras tanto y para compensaros de este post horrible os lanzo un reto:

¿ALGUIÉN CONOCE A ALGUIÉN QUE TENGA UN AUDÍMETRO EN SU CASA?

La mayor leyenda urbana jamás inventada (la de que hay casas que tienen aparatos que registran los canales y programas que ve esa familia; y que a partir de esos registros se elboran los datos de audiencias). Si alguno tenéis o conocéis a alguién que lo tenga, POR FAVOR, que nos lo cuente. Queremos que nos al audímetro y poder tocarlo con nuestras propias manos para dar fe de que no es como el hombre de las nieves. (aunque yo creo más en la existencia del Yeti que del audímetro).

viernes, abril 15, 2005

Arsa quillo.. ariquitaun!



Ya ha empezado la Feria de Abril... En sevilla la gente entra en trance entre tanto rebujito, pescaito y lunares venga a dar vueltas en delirio psicotrópico. Aquí, a 1000 kilómetros, llueve hace frío y la gente, vestida de invierno, tiene cara de apretón porque el sol lleva sin salir una semana... pero mi madre-cazador ha llevado un trocito del espíritu andalusí a mi cocina. Mi hermana lo llama jamón con echarpe, yo una genialidad inconmensurable de mi madre...

Por favor, dejad vuestras opiniones sobre esta obra de arte..

jueves, abril 14, 2005

Expediente Perri

¿Tenéis algún doble por ahí? Yo pensaba que no. Ese era mi pequeño reducto de vanidad... ni demasiado guapa, ni demasiado flaca, ni demasiado gorda...ni fú ni fá, ni pa tí ni pa mí... pero, amigos míos, no había otra como yo. Entre otras cosas porque no hay muchas personas en Españas que, según me ha dicho un 'amigo' hoy, tengan valores negativos de pigmentación. El caso es que a mí nunca me había pasado eso de que alguien te diga: "Ay! puri eres igualita que mi prima!" o "Ay! me recuerdas muchísimo a alguién pero no se a quién!". Bueno, en realidad sí, estoy mintiendo un poco. Sí que me habían encontrado parecidos pero con personajes de ficción. Me explico, y lo haré a sabiendas de que estas confesiones son totalmente humillantes: en el instituto me llamaban moffly (sí, sí... el koala... tan dulce, tan mono, tan abrazable... tan antimórbico...¡os hacéis una idea del daño psicológico que se le puede hacer a una adolescente al identificarla con el personaje más cute del momento cuando ella lo que quiere es ser una perra del infierno y que lo que digan de ella sea: es un perraca pero está muy buena!)...

... después Scully (la de Mulder. Aquí hago un inciso- otro más. Mis blogs tienen más incisos que historia-. Bueno, el caso es que cuando empezaron a emitir esa serie de la que soy fan total y absoluta-- yo quiero ser Scully, pero de verdad---unos compis mios jugaban a beber un chupito cada vez que Scully cogía el móvil y decía: Mulder, ¿estas ahí?.... ¡Glorioso! ¡Quiero un Mulder en mi vida pero con la tensión sexual resuelta!)

El caso es que hoy he ido al lugar donde habitan las Profesionales-Jóvenes-Con-Éxito-Y-Con-Familia (la mayor parte de ellas unidas a una inmensa barriga, como ya os conté) y varias de ellas me confundieron con otro colaboradora de nombre Susan que, para más INRI, fue jefa mía durante mi etapa vampira. Jefa en la distancia, luego no nos conocíamos...y, de hecho, seguimos sin hacerlo aunque aparentemente seamos la misma persona. Fue una cosa surrealista y escalofriante... yo iba caminando por la redacción y la gente me decía: ¡Hola Susan!... algunas incluso me miraron directamente a la cara... ¡Tengo miedo! ¡Hay otra yo por ahí suelta! ¡Y encima es inglesa! (ojo, no tengo nada en contra de las inglesas. Me siento más cerca de ellas que de las sevillanas)...¿Y si es como yo pero más lista?¿o más maja? o lo que es peor ¿y si es mejor en todo y yo soy como una copia mal hecha?... o todavía mucho mucho peor ¿y si tiene un blog y es mejor que este? ¿y si Mulder la prefiere a ella porque es Scully como yo pero mejor?... ¿y si soy una paranóica-enferma-obsesiva?

miércoles, abril 13, 2005

Jugos Gástricos

Dentro de mi hay una gorda. Cuando tengo hambre soy peligrosa y cuando como, feliz. La comida me hace sentir mejor y los gordos de espíritu (o envase) me entenderán. Para los que comen como echan gasolina a un coche este post no tienen ningún interés.

El día-del-fin-del-mundo (lunes) estaba agotada y hambrienta de tanto llorar. Tenía el pelo hecho una mierda, los ojos como los de un sapo y, para mayor depresión, iba en chandal. Porque el chandal, amigos míos, alimenta y alienta la depresión... si uno empieza a sentirse mal debe huir de él, quemarlo, hacerlo girones en un sacrificio ritula... porque el chandal te come la energía. Al principio, tú no te das cuenta porque estás tan cómoda. Pero él es como un veneno sigiloso y cuando te quieres dar cuenta (es decir, cuando tu teclado está lleno de migas y te limpias con la manga porque te da pereza levantarte a por la servilleta) ya es demasiado tarde porque todo te da igual. En la sección de deportes del Corte de Ingles deberían poner un cartelino. "Peligro, el uso inadecuado de estos chandales (lease para otra cosa que no sea hacer deporte) puede causar depresión".

El caso es que dos horas ; un pollo asado; una ensalada de lechuga, tomate y cebolla; una ración de cabrales y dos botellas de sidra después era otra persona. Con fuerza para cagarme en la fucking trucking de esos descerebrados y para tirarme unos eruptos de esos que dejan rubio al de enfrente (lo siento: un mito ha caído. Las perris no estamos inmunizadas contra los efectos secundarios del cabrales).

Llegue a casa y me dormí como una santa... pero al despertar me di cuenta de que hay cosas que no se pueden arreglar con un poco de cabrales y una sidra. Son necesarios al menos, una fabada de la abuela (con picatostes); un filete de pollo rebozado y patatas fritas aderezadas con sal gorda y peregil de la madre-cazadora (ya se que parece un poco triste pero es que soy una vividora en casa de estudiantes, ahora reconvertidas en ejecutivas de éxito, excepto yo, claro); unas sardinitas de la cuesta de El Cholo (desde donde se ve el muelle de Gijón); una tortilla de patatas de casa Yoli (el lugar más cercano al cielo de Gijón); unas pastitas de chocolate de la Fe y todas las cervezazas de El Convento, Musaeum y Anticuario que mi barriga-perri soporte.

Asi que me marcho a Gijón en busca de la felicidad gastronómica... la única que nunca es un espejismo.

lunes, abril 11, 2005

Lagriminas asesinas

¿Os acordáis de la entrevista a la que acudí disfrazada de vendedora de tuppers del Opus?¿La que no iba a pasar? pues no la pasé. Tampoco pasé otra de la que no os había hablado y para la que no podía estar mejor preparada. Una de esas en las que sabes que cuando están pensando en el dichoso perfil apareces tú como si fueras un cromo mágico de Harry Potter. "¿Te imaginas que te cogen de los dos sitios?", me decían mis amigos. Imaginármelo me lo imaginé mucho. Los dos casos materializaban una especie de huida de mis últimos cinco meses de vida que, la verdad, es que no me están gustando mucho. Aunque lo intento, parece que no tengo mucho control sobre las cosas que me pasan. Simplemente voy poniendo parches e intentando verle el lado positivo a todo. ¡Pero es que ya estoy hasto los huevos de tener que esforzarme sobrehumanamente para sentirme bien!... a veces pienso que sería un alivio abandonarme a la depresión. "Perri tienes que tirar hacia delante", pero es que a veces creo que es mejor pararte un rato y dejar que las penas se vayan haciendo pequeñitas porque yo sigo tirando como una mula en plan todo-va-bien soy-una-todo-terreno pero la bolsa que arrastro se vuelve cada vez más pesada y entonces me cuesta cada vez más tirar de ella (y ya sabéis que yo soy una perri pequeñita).

Me siento curri tirando de un edificio de azucar de remolacha. "Anímate, no pasa nada". Pero es que si pasa, pasan muchas cosas. Pasa que trabajé en un reportaje con toda mi ilusión durante un mes: ¡Un mes! porque me dijeron que lo iban a publicar a todo trapo y hoy me han confirmado que, una vez más, me han mentido. Un mes de mi vida tirado a la mierda o más bien guardado en una carpeta azul dentro de un armario. Una decisión que afecta tanto a mi vida se tomó en un minuto. Quizá las otras dos también (las de las fucking tracking entrevistas). Hoy me siento como el pus de un grano del culo de Anson (pronúnciese sin acento en la o)... y si alguien se siente peor que eso, por favor, que no se acerque a las vías del tren-metro porque pueden parecerle muy confortables y acogedoras.

Me gustaría ser una superheroína manga cuyas lágrimas fuesen ácidos corrosivos que saliesen de sus ojos tipo aspersor para quemar a sus enemigos. Me presentaría en un par de sitios, más bien tres, les dispararía a sus partes púdicas para que se quedasen todos escocidos y dejaría un clinex como firma. Hoy, lo que es potencial hidráulico no me falta.

viernes, abril 08, 2005

Sin vocación de esposa

Esto va de que una monja me ha dicho que no tengo vocación de casada. Hoy he ido a visitar a la ex directora de mi colegio mayor, la hermana M, una monja de libro, como las que dirigían los internados de Candy Candy y Esther. La hermana M nos reñía porque nuestras faldas eran muy cortas, apagaba las luces a las doce de la noche y apatrullaba (gracias Fari) los pasillos por si a alguien se le ocurría colarse en la habitación de una amiga (reunión que desmontaba inmediatamente), controlaba lo que comíamos (aún recuerdo con escalofrios el emperador que ponían para cenar) y repasaba las notas con cada colegiala al final de cada año. No se porque siguo yendo a ver a la hermana M, porque cada vez que voy me machaca la autoestima en plan llagar de sidra (yo, por supuesto, soy una pequeña manzanita). La hermana M se conserva en formol. Está exactamente igual que cuando prohibió a un entonces novio mio acudir a la fiesta de fin de curso porque tenía el pelo verde (que tiempos). Ella lo tiene como drácula (el de Coppola) y metía casi tanto miedo como él cuando se levantaba a media noche para ir al baño con su camisón blanco y su larga melena cana hasta los hombros.

La hermana M siempre me dice lo mismo: que soy una personas muy seria, poco cariñosa y nada expresiva. También me pregunta por mi vida sentimental. Entonces se coloca las gafas con un movimiento delicado e inquietante, sacude la cabeza, suspira y dice: "Carmen yo se que algunas de vosotras pensáis que sí, pero en realidad no tenéis vocación de casadas (lo que traducido del lenguaje monjil al humano significa: "No te aguanta ni dios y te vas a quedar para vestir santes)". Y es que a mi me da igual casarme o no, y ya sabéis que no deseo satánicos (lease descendencia), pero cada vez que esa señora me dice lo de la puñetera vocación de casada me invade un sentimiento de inferioridad y una inseguridad que me duran por lo menos un día. ¿Qué poder extraño ejerce la hermana M sobre mi? ¿Cómo es posible que una palabra suya baste para hacer que me sienta vieja y arrugada? ¿Acabaré inventándome un novio y convenciendo a algún amigo para que se haga pasar por mi pareja una o dos veces al año?¿Me estaré volviendo loca?¿Llevará mañana Camila un traje color dorado-beige?

jueves, abril 07, 2005

Momento Sandía

Yo iba muy mona (ya sabéis como una vendedora de tuppers del OPUS), me senté enfrente de esos señores como si fuese la acusada de un juicio norteamericano y les sonreí. Un amigo mio me había dicho antes de entrar en la entrevista que me imaginase a los miembros del jurado con una gallina en la cabeza para que la presión no me puediese. Pero a los dos segundo ya estaba moviendo las manos como Letiprinces (y sin un buen bolso que llevarme a las mismas), poniendo acento de niña de colegio de monjas (una especie de dispositivo de autodefensa que sale automáticamente en los momentos de tensión sin que yo se lo pida- algo así como un airbag de la histeria-) y diciendo tonterías.

Mi boca iba por un lado y mi mente por otra. Creo que incluso tuve una experiencia extrasensorial. Me salí de mi misma y vi las caras de reprobación de esos señores tan serios. Creo que a eso Jiménez del Oso (que en paz descanse, cuanto le admiraba y que poco reconocido ha sido su trabajo) lo llamaba desdoblamiento. ¡Sal corriendo!¡Sal corriendo ahora!, me decía a mi misma mientras intentaba esquivar las aspas asesinas en las que se habían convertido mis brazos.

"¿Conoces la revista SpainJarderClander?", me dijo una con cara de monja clarisa. Y entonces mi yosentadoenlasilla se independizó con mala ostia de mi yoconsciente (que era el que lo veía todo desde arriba tipo fantasma en su entierro): "Sí", dijo mi boca. ¿Cómo que sí? ¡Cómo que sí!... pero si no la has tenido en tus manos en tu vida!...¡Ay dios, que nos van a pillar!¡Que tu mientes muy mal!, etc.... Como el que gritaba era mi yo-etéreo, que no tenía ningún control sobre mi sistema motriz, mi yo-corpóreo siguió hablando y hablando sobre esa revista que jamás había leído. "Creo que no estamos hablando de la misma publicación, SpainJanderClander se edita en inglés, CARIÑO (sinónimo de pobrecita, sinónimo de patética, sinónimo de premio de consolación)". "Uy! pues pensé que era esa. Lo siento, debo haberme confundido", volvió a decir mi boca. ¿Cómo que debes haberte confundido?¿Pero tu que te piensas que los del jurado son idiotas?¿Crees que se van a tragar esa mierda?¿Qué mariconada es eso del Uy!?¿Te ha afectado el traje?, etc.... En ese momento agradecí que mi yo-etéreo no tuviese ningún poder sobre mis articulaciones porque, de lo contario, hubiese vuelto mis manos-aspa contra mi misma y habría parecido la niña del exorcista... (que hay mejor que una esquizofrénica poseida para representar a España! en el extranjero)....

En fin, que cuando salí de allí quería llorar, gritar, autoagredirme y castigarme sin ver hoy por la noche Sin Rastro.... Fue lo que yo llamo un MOMENTO SANDÍA: un momento embarazoso y terriblemente humillante en el que te sientes estúpido y sabes a ciencia cierta que los que te rodean están convencidos de que eres gilipollas (y con razón); te caes mal a ti mismo y quieres irte a vivir a un convento con voto de silencio y sin agua caliente en Siberia o Tierra de Fuego. El término momento sandía proviene de la película Dirty Dancing (que me se de memoria, diálogos incluídos). Más concretamente de la escena en la que Baby decide ir a ver que pasa en los bungalós (lo escribo así porque me mola) de los chicos del servicio; y no se le ocurre decir nada mejor para explicar su presencia en el baile que que ha ido a traer una sandía. "He venido a traer una sandía", dice mientras varios maromos se refrotan al fondo. Rídiculo, patético, que da verguenza ajena y ganas de salir corrienco: como mi entrevista.

miércoles, abril 06, 2005

Un poco de exhibicionismo



¿Entendéis ahora por qué tengo una ortografía tan desastrosa?

P.E.: Hablando de exhibicionismo. Hoy me encontré en el Corte de Ingles (en busca de la camisa para la entrevista que no pasaré y que es mañana -cruce de dedos por la perri-) con un hombre con gabardina... y no me enseñó nada!!!!!!!

A propósito: desesperada me compré una camisa imposible que negaré conocer si me la encuentro por la calle. Era una situación límite... yo no quería... era joven... estaba borracha... me dijo que si iba con ella me enseñaría una cosa... ¡No puedo seguir, es demasiado duro!

(Mañana cobertura especial de la entrevista a la que acudiré vestida de vendedora de tuppers del OPUS)

martes, abril 05, 2005

¿Porqué los hombres aman a Natalie Portman?

Todos los hombres de entre 23 y 33 años, que no sean pijos recalcitrados o fuckers totales, aman a Natalie Portman. Si no me creéis haced una pequeña encuesta entre vuestros amigos. Los mios la idolatran. Así que, después de mucho reflexionar, he llegado a varias conclusiones basadas en mi escaso conocimiento del género másculino:
1-La aman porque tiene una belleza universal pero no es explosiva, con lo cual parece accesible. No es una tía buena, es la mujer con la que no les importaría compartir cama todas la noches y por la que aparcarían un Real Madrid-Barça.
2-Lleva una vida discreta, con un toque de misterio. No se sabe demasiado sobre ella con lo que es fácil fantasear, darle esas cualidades que más admiran y vivir felizmente engañados.
3-Parece un cervatillo indefenso. Les dan ganas de abrazarla y protegerla. No todos los hombres buscan eso, pero en general les gusta salvar a la princesa del dragón (como Daniel Day-Lewis en El último mohicano... esa exaltación de la testosterona sensible -la misma que tienen los sujetos a los que nos referimos-).
4-... Pero no es tonta. En todos sus papeles despliega un encantador sentido del humor, brillante y a medio camino entre la inocencia y la picardía.
5-Es sutilmente morbosa... lo suficientemente sutil para que no se asusten (recordemos hablamos de los no-fuckers) y lo necesariamente morbosa para ser turbadora.
6-Todos han visto Beautiful girls... y todos son (en lo más profundo de su ser) como el protagonista de Lolita. Esa niña, increíblemente atractiva e inquietante pero totalmente niña al mismo tiempo, revolucionó sus hormonas de tal forma que aún hoy, cuando se sientan cerveza en mano, a hablar del ranking de películas priápicas Beautiful girls arranca suspiros de añoranza y estremecimientos varios.
7-Da via a la reina Amidala, madre de la princesa Leia (mito erótico de todo nerd que se precie).

Si sois hombres y leéis esto, por favor, colaborad con vuestras opiniones y experiencias para clarificar el caso Portman. Si sois mujeres, tomad nota... parece que eso es lo que quieren los frikis veinteañeros (aunque no estoy muy segura de que vosotras queráis frikis veinteañeros en vuestra vida).

lunes, abril 04, 2005

Cajero expendedor de paz

Eso ya vale. Voy a escribir algo pseudo serio porque ya me estoy cansando hasta a mi misma con este rollo bridget jones que me traigo ultimamente... (vosotros también...más de 30 visitas y ni un solo comment). Mi amiga B entiende mucho de lugares mágicos: sitios que te sientan bien. Yo tengo uno en Madrid y siento que no sea nada reservaintelectualdeoccidente. Es el cajero automático del BBVA que hay debajo del hotel HUSA Princesa, justo en una esquina de esta calle. La primera vez que entré trabajaba todavía en el turnovampiro y había salido a mirar tiendas (que raro) porque me sentía muy mal y muy sola. El cristal, que llega hasta el suelo, está semitintado y, desde dentro, se ve todo como si fuese una película. No hay ruidos aunque los coches pasen muy cerca, la gente se mueve con prisa, pasan grupos de amigas con sus bolsas... y nadie sabe que detrás del cristal hay alguién que les está observando. En ese cajero hay mucha paz. La luz es cálida y acojedora(en serio, no estoy flipando) y todo pasa lejos y nada te toca. Estas como en una burbuja... eres casi como un muerto que se pasea entre la gente.

Muy pocas personas entran allí porque hay otro cajero exterior en la misma acera. A veces, mientras paseo por Princesa, me doy cuenta de que necesito dinero y entonces me da como un alegrón, súbito e interno, porque ya tengo una buena excusa para visitar mi escondite mágico. Otras veces llevo la cartera llena y entro igualmente porque me apetece. Se está mejor los días nublados que los que hace sol, pero en verano hay aire acondicionado y es como un oasis secreto. Hoy he vuelto a entrar y me he quedado un buen rato mirando, como un fantasmilla entre la gente. He pensado que si alguién entra y ve a una perri de 1,60 mirando a la calle sin utilizar su tarjeta seguramente creería que estoy loca, pero estaba tan abstraída, tan tranquila y segura que no me ha importado nada.

FIN de semana

Todo empezó el viernes por la tarde. Salí a comprarme un traje para una entrevista que seguramente no pasaré. Como la so middle class que soy (como diría Vilallonga) me pateé todas las sucursales de inditex de la calle Princesa en busca de algo barato-como-con-estilo-pero-no-demasiado-formal que, por supuesto, no encontré. Así que capitulé ante la opción más socorrida y gris: algo negro y sencillo.

En el probador, bajo esa luz blanca que debería estar prohibida por la convención de Ginebra, me vi blancuzca, celulítica y con ojeras... mi malherida autoestima, temblorosa y asustada, decidió que era necesario acabar lo antes posible con esa tortura. Si al otro lado del espejo hubiese, como en las ruedas de reconocimiento que salen en CSI, un equipo de rugby integrado por ingenieros de 20 años no me sentiría peor, pensé. AY! Qué ingenua! Nunca me acuerdo de que siempre todo puede ser peor...

Cuando me quité los pantalones del traje, casi como si tuvieran pirañas incrustadas, y me encontré de nuevo involuntariamente frente al espejo... me di cuenta de que mi bragas tenían un agujero... ¡por Dios! ¿Puede haber algo más deprimente que descubrir en el probador de Zara que tu ropa interior está rota después de probarte un traje de vendedora de tupper wares del OPUS?...La respuesta es: NO. Después de ese shock todo el fin de semana fue cuesta abajo... He de decir que aún no me he recuperado del todo y que, a veces, cuando cierro los ojos me vienen flashes de esa horripilante imagen que me devolvía el espejo... Algo va mal, algo va mal, me repito mientras le doy vueltas al azucar en el café. ALGO VA MAL.

Si mi madre-cazadora se enterase me mataría. Ella que siempre tiene en la boca esa frase de: "Pero a dónde vas con esos calcetines llenos de tomates. Si te pasa algo ¿Qué?"... claro mamá, porque lo importante no es que me atropelle una máquina de limpieza del Ayuntamiento y después me rematen las cuchillas de un tractor (que pasaba por allí camino a una manifestación por la precariedad laboral en el mundo agrario). Lo importante es que cuando el médico me corte los pantalones con un tijera tan grande como mi brazo porque necesita contener las diez emorragias al mismo tiempo se dará cuenta, entre la sangre y las gasas, de que mis bragas- o calcetines- tienen un agujero. Ante tan extraordinaria visión se quedará impactado, se mareará y caerá al suelo sobre los girones de piel y varios litros de mi sangre. Evidentemente no podrá atenderme inconsciente, yo moriré y lo que es peor. ¡Tendrán que enterrarme con esas bragas!... mi madre tiene razón. Me dispongo a una limpieza de cajones.

viernes, abril 01, 2005

Maldita impresora

Una hora y media para tres curricula. Una hora y media señores. Mi ira se está abrienco paso al exterior a través de mi estómago (a modo de úlcera). Cuando te descubres a ti misma en pijama, con el pelo sucio amarrado en una coleta, gritándole a una tostadora gijante te das cuenta de que algo anda mal. Yo le decía (a la impresora): "hija de puta imprime... imprime ya!"... pero a las impresoras debe pasarles como a los satanicos (me refiero a los niños para los que no sean fieles lectores de laperrera) que no se puede razonar con ellos.

El caso es que una hora y media después tengo mis tres cv sobre la mesa secándose. Porque sí, mis queridos doggys, mi impresora es la hermana pequeña de la imprenta de Guttenberg y tengo que tender las hojas un buen rato porque si inmeditamente después de ser impresas tengo la osadía de querer doblarlas para meterlas en el sobre, la tinta se corre, hace un borrón horrible y tengo que volver a imprimir. ¿Porque no te compras otra?, direis... pues porque esto es como el cuento de la lechera: para comprarme otra necesito dinero; dinero que obtengo trabajando; trabajo que obtengo enviando cv (no como otros); cv que obtengo de la impresora; impresora que quiere acabar con mi debil salud mental.

Después de mi odisea con la impresora he decidido relajarme escribiendo este post y compartiendo con todos vosotros mi ira. Entonces he releido lo último que he escrito y me he dado cuenta de que los últimos post son bastante flojos, que es muy triste que mi via de escape sea sentarme frente a un ordenador (ya se que para muchos también.... pero seamos sinceros, eso no hace que deje de ser triste), que tengo los nervios tan eléctricos que mi impresora consigue provocarme ansiedad y que yo más que buscar trabajo parece que estoy intentando encontrar el tesoro ese que está escondido en el Estrecho (buceando a pulmón, con una mano atada a un pie, los ojos vendados y haciendo iquebama con las extremidades libres.... que por otra parte es más o menos como imprimir. Así que ya se porque la impresora hace que me estallen vasos sanguíneos: porque imprimir es una metáfora de mi frustrante búsqueda de trabajo. Y con esta reflexión barata y reservaintelectualdeoccidente me despido contadoos que el lunes haré un informe sobre un fin de semana que se prevé poco interesante).