Nieva nieva

¿Quién se ha comprado unos billetes en la compañía aérea que pone pedales debajo de los asientos para que los pasajeros propulsen el avión?
¿Y cuál de todos los fines de semana del año ha elegido esa persona?
¿Y qué ha pasado en la ciudad de la que va a partir el avión-tandem? ¿Se ha puesto a nevar acaso?
¿Y si, con la ayuda de todos los santos parroquiales -virgen de la providencia, san roque de la pedrera, cristo de medinaceli de cimadevilla, san antonio (el de mi abuela, así sin más apellidos)- ese avioncito de papel consigue despegar, no se encontrará con un nuevo obstáculo como, por ejemplo, no poder aterrizar porque en la ciudad a la que llega la nieve cubre por la rodilla?
¿Y tal vez esa persona ha tenido que sacar de su maleta sus modelitos hipernice y sustituirlos por unas bragas de perlé y nuas camisetas damar-extra-de-bolas?
¿Y quizá, sólo quizá, esa persona se caga en el fucking-trucking porque precisamente tiene que acontecer el nevamiento del infierno justo JUSTO el fin de semana que esa persona se va de viaje?

Seguiremos informando