mi maravillosa y nueva habitación tiene, entre otras cosas:
-una mesa donde, por sus dimensiones y solidez, se puede operar a corazón abierto
-doble porticón... por si un rallo de sol osa penetrar en mis aposentos
-techos XXL... puedo colgarme cual murcielaguín..
-...y... tachán, tachán... una chimenea de marmol macizo... falsa...
.... pero mi maravillosa y nueva habitación no tiene armario. No señores, no tiene. En mi nueva habitación puedo operar, encender un fuego imagniario, revelar fotos y colgarme cual murciélago pero no puedo colgar mi ropa (es que, realmente, es tan vulgar colgar la ropa cuando se puede hacer tantas otras cosasssss)
... el caso es que dada la ausencia de armario me vi en la obligación de adquirir uno en ikear... (ese lugar donde los mejores sueños de los amantes del lego se convierten en pesadillas)... haré abanzar un poco la narración (juar, que guay soy) y os evitaré es excitante pero de sobra conocido episodio "quiero comprar un cojín y me he acabado comprando un balancín para mi porche con barbacoa incluída" y llegaré a mi habitación...
...allí estaba yo... con esa cosa enorme delante (y no, este blog no va a derivar en pornoblog) sintiéndome perripequeña y perriindefensa... durante unos instantes valoré la posibilidad de alquilar un hombre para que procediese al montaje (ahora solo me parecen útiles para bricolaje, cines de domingo y alguna escapada romántica-gastronómica)... pero, para mi sorpresa, mi orgullo perri se abrió paso entre el temor a lesiones irreversibles y ansiedades varias para afirmar: ¡si cualquier 'meodepie' puede hacerlo yo también!... y cogí mi martillo como escarlata la cebolla...
...ya estaba sudando como una parturienta cuando acababa de quitar el cartoncillo a las baldas y tenía ganas de llorar incontrolables al poner las cutro patas-taco al primer panel (que sería luego la base de mi armario)...
giré, apreté, martilleé, grité, blasfemé, profería sonidos guturales ilegibles... y finalmente vi delante de mí mi obra: el armario...
... por el camino deje mis dedos como los de ete, una tabla asesina decidió violar las leyes de la gravedad y agredirme arrojándose sobre mi brazo (tengo pupa... juró que no la apoyé mal, fue ella la que se precipitó contra mí... era una tabla nihilista, me di cuenta nada más verla, ella no quería formar parte de un todo... desea seguir existiendo en su individualidad sin sentido y por eso se resistió a entrar en sociedad agrediéndome... lo juro)...
...cuando sudada, dolorida, despeinada.... como una mujer del pleistoceno después de ir en busca de un mamut... procedí triunfal a colocar la ropa me di cuenta de una de las puertas no cerraba, se había quedado como arrastrada... ¡putaaaaaaaaaaaaa!¡colocate! ¡colocate!...
... mi rabia perri se desató: no podía ser que mi obra fuese imperfecta,,, que no consiguiese que mis puertas casaran... desatornillé, desmonté, moví, atornillé, apreté, reapreté y con miedo volví a intentar cerrarla........
...¡Putaaaaaaaaaaa! ¡cierrate!¡Cierrate!... de repente me vi a mi misma sudando, con el gesto desencajado, gritándole a un trozo de conglomerado, con un martillo en la mano y el libro de insturcciones en otra... en mitad de una habitación con chimenea de marmol y.....
.... me di por vencida.....
.... a veces los 'meo de pie' son útiles....
..... solo diré que ahora mi armario cierra... y solo me importa eso... aunque haya tenido que tragarme mi orgullo perri...