lunes, abril 11, 2005

Lagriminas asesinas

¿Os acordáis de la entrevista a la que acudí disfrazada de vendedora de tuppers del Opus?¿La que no iba a pasar? pues no la pasé. Tampoco pasé otra de la que no os había hablado y para la que no podía estar mejor preparada. Una de esas en las que sabes que cuando están pensando en el dichoso perfil apareces tú como si fueras un cromo mágico de Harry Potter. "¿Te imaginas que te cogen de los dos sitios?", me decían mis amigos. Imaginármelo me lo imaginé mucho. Los dos casos materializaban una especie de huida de mis últimos cinco meses de vida que, la verdad, es que no me están gustando mucho. Aunque lo intento, parece que no tengo mucho control sobre las cosas que me pasan. Simplemente voy poniendo parches e intentando verle el lado positivo a todo. ¡Pero es que ya estoy hasto los huevos de tener que esforzarme sobrehumanamente para sentirme bien!... a veces pienso que sería un alivio abandonarme a la depresión. "Perri tienes que tirar hacia delante", pero es que a veces creo que es mejor pararte un rato y dejar que las penas se vayan haciendo pequeñitas porque yo sigo tirando como una mula en plan todo-va-bien soy-una-todo-terreno pero la bolsa que arrastro se vuelve cada vez más pesada y entonces me cuesta cada vez más tirar de ella (y ya sabéis que yo soy una perri pequeñita).

Me siento curri tirando de un edificio de azucar de remolacha. "Anímate, no pasa nada". Pero es que si pasa, pasan muchas cosas. Pasa que trabajé en un reportaje con toda mi ilusión durante un mes: ¡Un mes! porque me dijeron que lo iban a publicar a todo trapo y hoy me han confirmado que, una vez más, me han mentido. Un mes de mi vida tirado a la mierda o más bien guardado en una carpeta azul dentro de un armario. Una decisión que afecta tanto a mi vida se tomó en un minuto. Quizá las otras dos también (las de las fucking tracking entrevistas). Hoy me siento como el pus de un grano del culo de Anson (pronúnciese sin acento en la o)... y si alguien se siente peor que eso, por favor, que no se acerque a las vías del tren-metro porque pueden parecerle muy confortables y acogedoras.

Me gustaría ser una superheroína manga cuyas lágrimas fuesen ácidos corrosivos que saliesen de sus ojos tipo aspersor para quemar a sus enemigos. Me presentaría en un par de sitios, más bien tres, les dispararía a sus partes púdicas para que se quedasen todos escocidos y dejaría un clinex como firma. Hoy, lo que es potencial hidráulico no me falta.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Perri, el mundo sigue girando. Y si en algun momento, te parece que definitivamente ha dejado de hacerlo, siempre-gracias a dios- existen los zoloft. Animo.

8:52 p. m.  
Blogger Patricia said...

Ánimo chiquitaja. Tú date hoy un homenaje y permítete un buen berrinche, y mañana, si apetece, también. Todo pasa, ya verás.

¡Un besazo!

12:10 a. m.  
Blogger Deckardd said...

Perri. Tengo una 'amigo' famigliar. Italiano. ¿Le llamo?

2:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Decía no sé quién que la salud es un estado precario del individuo que no presagia nada bueno (¿puede que fuera Borges?). Y al revés también funciona... Es decir, si crees que has tocado fondo, el único camino posible es hacia arriba, aunque tú no colabores.

Por otro lado, tú no has tocado fondo por ti misma, sino por lo que hay a tu alrededor, así que está perfectamente justificado un cabreo telúrico del copón con ruedas, varios días de ira no contenida, unos seiscientos puñetazos encima de la mesa y miles de puñalitos en la mirada. Y que se jodan los otros por una vez.

No dejes que la mediocridad de los demás te haga cuestionarte tus capacidades.

11:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias pequeños blogis...hoy estoy mejor... milagros de la sidra.

9:40 p. m.  

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