viernes, abril 01, 2005

Maldita impresora

Una hora y media para tres curricula. Una hora y media señores. Mi ira se está abrienco paso al exterior a través de mi estómago (a modo de úlcera). Cuando te descubres a ti misma en pijama, con el pelo sucio amarrado en una coleta, gritándole a una tostadora gijante te das cuenta de que algo anda mal. Yo le decía (a la impresora): "hija de puta imprime... imprime ya!"... pero a las impresoras debe pasarles como a los satanicos (me refiero a los niños para los que no sean fieles lectores de laperrera) que no se puede razonar con ellos.

El caso es que una hora y media después tengo mis tres cv sobre la mesa secándose. Porque sí, mis queridos doggys, mi impresora es la hermana pequeña de la imprenta de Guttenberg y tengo que tender las hojas un buen rato porque si inmeditamente después de ser impresas tengo la osadía de querer doblarlas para meterlas en el sobre, la tinta se corre, hace un borrón horrible y tengo que volver a imprimir. ¿Porque no te compras otra?, direis... pues porque esto es como el cuento de la lechera: para comprarme otra necesito dinero; dinero que obtengo trabajando; trabajo que obtengo enviando cv (no como otros); cv que obtengo de la impresora; impresora que quiere acabar con mi debil salud mental.

Después de mi odisea con la impresora he decidido relajarme escribiendo este post y compartiendo con todos vosotros mi ira. Entonces he releido lo último que he escrito y me he dado cuenta de que los últimos post son bastante flojos, que es muy triste que mi via de escape sea sentarme frente a un ordenador (ya se que para muchos también.... pero seamos sinceros, eso no hace que deje de ser triste), que tengo los nervios tan eléctricos que mi impresora consigue provocarme ansiedad y que yo más que buscar trabajo parece que estoy intentando encontrar el tesoro ese que está escondido en el Estrecho (buceando a pulmón, con una mano atada a un pie, los ojos vendados y haciendo iquebama con las extremidades libres.... que por otra parte es más o menos como imprimir. Así que ya se porque la impresora hace que me estallen vasos sanguíneos: porque imprimir es una metáfora de mi frustrante búsqueda de trabajo. Y con esta reflexión barata y reservaintelectualdeoccidente me despido contadoos que el lunes haré un informe sobre un fin de semana que se prevé poco interesante).