En el amor y en la guerra
Ya se me han casado dos amigas. Este fin de semana estuve en la boda de la última. Buena música, mejor comida y las perris amigas juntas. Todo era precioso y muy cuidado, pero de verdad, no en plan merengue derritiéndose a 40 grados. Pero, como siempre, en un momento de la cena no pude evitar sentirme rara y lejana. Quizá tuviesen algo que ver la cuasi botella de vino espumoso que me metí entre pecho y espalda en los aperitivos o que, de nuevo, era la única sola... aparte, creo, de una tía monja del padre de la contrayente.
Siempre supimos que S y C se casarían. Son la pareja referente. L y yo siempre deciámos y decimos que si ellos dos lo dejan perderemos definitivamente nuestra fe en el amor, que son la última prueba de que de verdad la vida en pareja funciona, al menos para algunos especímenes del hommo erectus, que no es simplemente una imposición cultural antinatura que nos jode la vida. De todas las parejas que en nuestra postadolescencia universitaria veíamos como paradigma del 'verdadero amor' solo ellos resisten. Por eso esta boda era tan importante.
Al mirar a mi alrededor entre el canelón de marisco y la carne con setas (que bueno, dio smio) vi a L con I y a M con R ( Lo y Mac son mis perritas) y tuve una visión muy clara de mi misma senta en la cena de sus bodas viéndolas como hoy veo a Se. Casi podría hacer una apuesta aquí y ahora de como serán sus vestidos y cómo llevarán el pelo...
Entonces volví a mi misma y me di cuenta de yo nunca veré a Lo, Mac y Se (yo no soy Per) sentadas en una mesa redonda y blanca y yo (también redonda y blanca) repartiendo puros. Que eso me es tan ajeno como tener un tubo de carne entre las piernas por el que sale pis. Entre el canelón de marisco y la carne con setas me di cuenta de que yo nunca formaré una familia. Es el tipo de vida que he ido eligiendo con mis decisiones (laborales y sentimentales... es decir, vitales), que sigo eligiendo y que me gusta. Pero, por primera vez, en mis 28 años de vida me pregunté si realmente la idea de no tener nunca jamás familia me hacia feliz.
Quizá fuera la cuasi botella de vino espumoso que nadaba en mi cerebro.
Siempre supimos que S y C se casarían. Son la pareja referente. L y yo siempre deciámos y decimos que si ellos dos lo dejan perderemos definitivamente nuestra fe en el amor, que son la última prueba de que de verdad la vida en pareja funciona, al menos para algunos especímenes del hommo erectus, que no es simplemente una imposición cultural antinatura que nos jode la vida. De todas las parejas que en nuestra postadolescencia universitaria veíamos como paradigma del 'verdadero amor' solo ellos resisten. Por eso esta boda era tan importante.
Al mirar a mi alrededor entre el canelón de marisco y la carne con setas (que bueno, dio smio) vi a L con I y a M con R ( Lo y Mac son mis perritas) y tuve una visión muy clara de mi misma senta en la cena de sus bodas viéndolas como hoy veo a Se. Casi podría hacer una apuesta aquí y ahora de como serán sus vestidos y cómo llevarán el pelo...
Entonces volví a mi misma y me di cuenta de yo nunca veré a Lo, Mac y Se (yo no soy Per) sentadas en una mesa redonda y blanca y yo (también redonda y blanca) repartiendo puros. Que eso me es tan ajeno como tener un tubo de carne entre las piernas por el que sale pis. Entre el canelón de marisco y la carne con setas me di cuenta de que yo nunca formaré una familia. Es el tipo de vida que he ido eligiendo con mis decisiones (laborales y sentimentales... es decir, vitales), que sigo eligiendo y que me gusta. Pero, por primera vez, en mis 28 años de vida me pregunté si realmente la idea de no tener nunca jamás familia me hacia feliz.
Quizá fuera la cuasi botella de vino espumoso que nadaba en mi cerebro.
11 Comments:
Bueno bueno bueno... eso es una crisis pre-30 en toda regla. ¡Anda ya! Hay tiempo de sobras para todo y nunca se puede decir "yo nunca haré...", porque nunca se sabe.
Y si te hace sentir mejor: todas las chicas que me rodena están...
a) Con bebés
b) Preñadas
c) Intentando quedarse preñadas
¡Socorro!
Pásate cuando puedas por mi blog que te dejé una cosita.
Pásame la botella, a ver si llegamos a alguna conclusión juntas...
Suscribo todo lo que dices, aunque un familiar sugiere que realmente las envidiadas somos nosotras, que no tenemos ningún tipo de "ataduras".
Yo a veces quiero que me aten... un poquito.
Pues bueno...a pesar de que recientemente la persona que ha sido la más importante en mi vida se ha largado con un diseñador gráfico de Vigo sigo QUERIENDO creer en la vida en en pareja y que a mis 32 aún soy suficientemente joven para tener una familia. Yo si tengo claro que quiero atarme un poquito.... aunque a los / las perrines / as , me gusta llevarlos sueltos.
Un beso. No desesperéis!!!
Si te sirve, hoy es mi primer día de trabajo y he entrevistado a una monja.
Jo, querida enemiga muchas graciasssss....
Zagloso, siempre consigues que me ria en alto y la gente me mire como si estuviese loca perdidad
Es clarísimamente un problema de alcoholemia que te impide ver que aún te quedan unos quince años a un promedio de un cambio de idea por mes, salen.... espera que cuente..... buf! mogollón de veces de cambiar de idea y darle vueltas al coco.
y eso solo contando con tu vida fértil y echando por lo bajo, que si hablamos no de formar familia sino de formar pareja aún quedan muchas más crisis que pasar.
Perri, no desesperes...ni te emparejes seriamente sin haberlo meditado. La vida en pareja también tiene momentos chungos. Tengo 10 años más que tú, 2 fracasos, que duraron tiempo, a mis espaldas y ahora estoy en una etapa solitaria de la que procuro disfrutar... hay que tomar lo que la vida te regala sin forzar situaciones.
Yo estuve en una boda hace dos semanas. Mis primas se han ido casando por estricto orden cronológico, y eso comienza a situarme en una situación peligrosa: sólo hay dos solteras que me superan en edad. La primera tiene novio formal hace chorrocientos años, y les falta una casa para casarse, y la segunda ya tiene la fecha fijada para casarse con su traumatólogo del alma el año que viene
Y yo sigo pensando que las bodas y los novios formales son tan lejanas a mi como los renos de Papa Noel
Crisis...
Un saludo :-)
Jajaja, cómo me rio, tanto con el relato como con los comentarios. De verdad, es muy bueno este blog.
En el fondo, a todos nos gusta un poco de "ataduras", sentido de la responsabilidad compartida... te hace sentir util e importante, verdad? Pero luego cuando estamos "atados", hay q ver cómo echamos de menos la libertad (y el libertinaje), la independencia...
En fin, supongo q el inconformismo es la sal y la pimienta de la vida.
Por decirlo corto y claro: eres demasiado joven para decir esa frase. Anda que no te quedan cosas por ver, hacer y opiniones por cambiar... ;-D. Suerte y ánimo.
Anda, hija, yo a tu edad... Bueno, fue hace tres años, pero no veas tú la perspectiva que se gana.
Bah, yo ni me planteaba vivir con una gata y ahora tnego dos en casa. Ya me espero cualquier cosa.
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