sábado, octubre 14, 2006

prestigio laboral me lo paso por la vía...

De pequeña quería ser carnicera. Afilar cuchillos, cortar filetes "fininos eh?" ponerlos sobre la báscula, marcar el precio y apuntarlo en el papel con el que se envuelven. Ser carnicero me parecía lo mejor del mundo. También me gustaba lo de ser médico (ciertamente relacionado) pero... no era lo mismo... los médicos no te preguntan que tal andas del reuma.

Creo que, afortunadamente, mis progenitores me habrían querido y admirado lo mismo hubiese decidido ser carnicera que médica. Y lo digo muy enserio. Porque escogí el mucho menos valorado y mucho más denigrado socialmente oficio de perriodista y, por el momento, no les he oído decir eso de "mi hija es periodista pero yo les digo a mis amigos que es pianista en un burdel".

Quizá porque algo hay que heredar de los padres eso del "prestigio laboral" siempre me ha parecido un concepto muy abstracto que no he llegado a entender nunca del todo.

Para mí una persona que formada para ocupar el puesto que ocupa, que resuelve su trabajo con eficacia, rigor y sin obstaculizar el trabajo de los demás tiene "prestigio laboral". Parece sencillo pero no es poco. De hecho, es algo bastante poco común y aunque suele pasar desapercibido (señal de que es un trabajo bien hecho) si te fijas es muy fácil de identificar.

En estos tiempos hay personas (jóvenes) muy formados y cultos (formados de verdad, mucho más que sus jefes e infinitamente más que sus padres)cobrando sueldos de mierda (proporcionalmente muy inferiores a los que sus padres cobraban en su época) por trabajos no solo que requieren una gran especialización y rigurosidad sin un gran sacrificio (personal) y entrega (vamos, que trabajan más horas que Apu en el Badulaque).

Gente a las que se les exige responsabilidades muy por encima de su rango y sueldo y que tienen que soportar como sus jefes (mucho menos formados y preparados que ellos) ganan más dinero y ocupan mejores puestos por el simple de hecho de haber llegado antes y no haber tenido la mala suerte de ser hijos del baby boom.

Gente que trabaja cada día con eficiencia y profesionalidad para que sus jefes (contra cuya incompetencia tienen muchas veces que bregar) se lleven el reconocimiento. Gente que se hace un hueco practicamente a ostias en un mundo lleno de amisguismos, enchufismos soportando el desánimo de la falta de recocimiento, las decisiones injustas y el trepismo indiscriminado.

Gente que trabaja sábados, domingos, festivos... en horarios de mierda, a todos horas, que acepta trabajos de mierda para pagar las facturas y aún así lo hacen con profesionalidad.

Para mi, esa gente tiene mucho "prestigio profesional" aunque no sean redactores jefes, ni dueños de una empresa, ni jefes financieros, ni señores jefes de departamento... para mi son dignos de admiración.

Hay gente que no se siente orgulloso del hijo/hermano/amigo/novio pese a todo lo anterior si no es jefe de... tiene un sueldo con muchos ceros, un despacho propio y "prestigio profesional". Me da mucha pena y me parece muy triste.

Yo estoy muy orgullosa ....

14 Comments:

Blogger Patricia said...

Totalmente de acuerdo. Hace tiempo que descarté la idea de querer ser "jefa". Un horario normal, con tiempo para mí y para mi gente, con el dinero suficiente para llevar una vida normal. ¿Un mercedes, un chalet? Sí, muy bonitos y deseables, pero no necesarios. Las prioridades son distintas a las de mucha gente que conozco...

10:42 p. m.  
Blogger eli bennet said...

Que sabias palabras Perri!! Soy abogada penalista,lo hago con total responsabilidad, pero mi trabajo sólo es un medio para tener una vida normal,sin quitarle tiempo a ningún ser querido. No es mi fin último. Y así, también puedo tener tiempo para vivir y estudiar la carrera que siempre soñé (historia del arte)y mis clases de piano.

2:51 a. m.  
Blogger PRIMAVERITIS said...

¿hay una historia subyacente o era pura filosofía?
con lo quemada vital y laboralmente que estoy hoy, casi mejor no añado comentarios que estropearé el tono alegre de tu blog (por cierto, es mi sustituto del prozac, al final sí que te dedicas a la medicina)

11:12 a. m.  
Blogger Gato said...

La verdad es que yo no me puedo quejar demasiado, teniendo en cuenta cómo están otros. Aún así, desde luego confirmo que gente sin formación, y sin nisiquiera actitud, tiene unos puestos con sus respectivos sueldos de vértigo que no se merecen.

A veces se puede mejorar, pero hay que sacrificar cosas...

12:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

También pasa al revés: gente con muchísima formación que carece de sentido común, de visión estratégica, de capacidad de comunicación... Y Perrilín, no es por echar leña al fuego, también faltas de ortografía.

Cuando la fotocopiadora se queda sin papel y el nuevo de turno pregunta cómo se carga (eso si no huye disimuladamente), siempre les pregunto lo mismo "¿Tú qué carrera estudiaste?"

12:58 p. m.  
Blogger Galufante said...

Pero orgullosa....de cúantos ceros???

Agur.

3:25 p. m.  
Blogger Anómalo said...

Noooooooooooooooo

9:10 p. m.  
Blogger Perlita de Huelga said...

Pero Madame, a cargar la fotocopiadora se aprende en cinco minutos. Creo que una carrera es un poco más larga.

También es verdad que algunos recién licenciados entran con sueldos actualizados. Yo llevo cinco años en la misma empresa y cada año me viene algún niñato que cobra más que yo que me pregunta: ¿cómo enfoco la noticia?". Le daría una colleja, pero es que la culpa no es suya.

9:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Perlita, eso de que a cargar la fotocopiadora se aprende en cinco minutos es verdad y sólo verdad para los no licenciados en general y para algún licenciado en particular, pero la mayoría nunca lo aprende. Llevo 20 años trabajando ya y es la triste estadística...

Lo mismo pasa con el manejo del ordenador, a más estudios, más negados.

Del inglés y de la gramática y la ortografía, mejor ni hablemos.

9:48 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

... pero un día llegará en que tu jefe, consciente de su ignorancia y superconsciente de tu valía, te honrará con un sueldo que merece la pena.

a mi me ha pasado, he dejado de ser mileurista hace unas semanas. la vida sigue igual, ya que no tengo tiempo para disfrutar del dinero que gano. esta mañana me han ofrecido otro curro. otra ciudad, más pasta, menos tiempo... ¿donde está el límite? ¿todo merece la pena?

saludos, perrilina (mi ausencia también deriva de no ser mileurista)

11:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Resucite usted señora

8:29 p. m.  
Blogger Gato said...

Perriiiii, que estás muy perri...

10:26 p. m.  
Blogger querida_enemiga said...

ZaraJota, jamás había oido o leído ese principio... pero creo que has dado en el clavo.

Por otro lado, es aterrador, sí...

10:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El puesto donde se hace menos daño no es el de Directivo, es el más bajo en el escalafón. Si eres Directivo tomas las decisiones, luego tienes más poder para hacer daño.

5:30 p. m.  

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