En el metro pepero pakistaní

Sí. Ella estaba allí. Olía a recien duchada, rociada con colonia de bebé e hidratada con cremita con un ligero olor a sandía. La camiseta que acaba de destender tenía un suave poso a suavizante que podía aspirar si agachaba la barbilla. .

Y así: suave y un poco adormecida esperaba en el andén al metro.

Cuando se abrieron las puertas vi un tren pakistaní en hora punta. Pero llegaba tarde asi que metiendo barriga para intentar no friccionarme lo menos posible con las 20 personas que había por metro cuadrado (no, no era una mani del PP) me encajé en un hueco que había entre un señor con maletin y una un skater.

Como miniperri que soy no llego a la barras del metro (bueno llego pero debo hacer un estiramiento de brazo que si prolongo durante más de dos minutos me produce una dislocación de hombro)… por lo que los bandazos del metro hacían que me lanzase consecutivamente sobre el señor de maletín (que olía a drenaje de pus de Yurema tras su operación de aumento de pecho) y el skater (que, según el retrogusto que note en mi paladar… había estado metido con 120 cruzados mediovales rociados en pis de vaca diabética en una sauna cuyos vapores provenían de la fosa séptica de una granja de gallinas diarréicas)…

… en uno de los momentos en los que estaba, literalmente, sobre el señor del maletin … el señor (del maletín) hizo un gargajo enorme (tipo ovillo de lana) que…. Se tragó.. y como yo estaba tan tan tan tan cerca… vi la ‘salibaza’ bajar por su garganta… como una boa constrictor cuando se traga un ratón…

…cuando salí del vagón (además de necesitar un test de embarazo de lo cerca que había estado de esos dos hombres) estaba despeinada, sudada, atufada, sobada (cual sobado pasiego)… como si hubiese hecho el paris dakar en mi BH roja con cestita y muy muy muy odiante.

Un pobre treinteañero (esa grupo poblacional taaaaaaaaaan complicado ….jijijijijijijiji – algunos lo intentan superar comprándose converse rosas y volviendo a ponerse los pendientes de la adolescencia--) me arrolló un poco al intentar adelantarme por la izquierda….

… mi mirada de voy a enganchar tu escroto a la palanca de cambios de un taxista del Atlético… le asustó… pero lo peor es que creo que le gustó porque se paso toda la calle mirando hacía atrás en busca de más odio… lo dicho… un grupo poblacional complicado.