Perri en la calle
Me han echado del trabajo (oigo alguna botella descorcharse). Son cosas que pasan cuando hay un expdiente de regulación de empresa (ERE, para los amigos) y se cargan al 42% de la plantilla del tirón. Jefazos y últimos en llegar primero, gracias.
La cosa fue como una versión canal autonómico de Gran Hermano. Nos hiceron esperar, y esperar y esperar... y pueden abandonar la academia.... ¡después de la publicidad!!!!!!!!!!... Finalmente nos lo comunicaron: se han cargado a un tercio de nuestra (ahora su) redacción.
Gritos, llantos y respiraciones entrecortados: aquello parecía un funeral. Todo el mundo abrazándose. Y yo, como fuera de mi misma, viéndolo todo. Lo que más me sorprendió es que la gente que más lloraba, más gritaba y decía cosas más dramatico-telenovelescas eran precisamente aquellos que se quedaban... me extrañó.
Fuimos a tomar un café y a criticar hasta el degollamiento al bar de la esquina. Alguien me pidió una caña (once de la mañana) y yo, un poco aturdida y sin comprender muy bien todavía el espectáculo plañidir que estaba presenciando, me la tomé. La gente consolaba con abrazos y besos a los que mas lloraban. Todos se arrimolinaban en torno a una chica que estaba a punto de morir deshidratada de tanto lagrimón... pero... es que esa chica era de las que conservaba su trabajo. Yo, que acababa de quedarme en la calle, conversaba con una de las personas medianamente normales de la redacción sobre el futuro de nuestro producto. No entiendo nada.¿Se pasa del que acaba de perder a su familia en un accidente de tráfico y se consuela al que ha rozado el capó?
En fin. Con mi cerveza en la mano pensaba: soy muy joven, no tengo hijos, ni hipotecas, no me han hechado por nada relacionado con la calidad de mi trabajo...
"Es que tía! no te entiendo! ¡Cómo puedes estar tan tranquila!!!!!!!!!!!!!!!!!! Es que yo debo ser una histéricaaaaaaaaaaa!", me grita una mujer enfadada en grado supremo.
Yo me quedo de piedra. ¿Esta señora está enfadada conmigo porque no me tiro al suelo de dolor? ¿me acaban de echar y en vez de apoyarme algunos compañeros encima me riñen? ¿creen que así me sentiré mejor?
No lloro porque no me sale de los huevos. No lloro porque no me gusta hacerlo en público y mucho menos delante de desconocidos. No lloro porque no me gusta ser el centro de atención. Porque me molesta y me incomoda y me da verguenza que los demás se preocupen de mi. No lloro porque cuando la gente venga a abrazarme todavía me emocionaré más. No lloro porque, al menos en mi caso, no es para llorar. No lloro porque ya estabaa preparada para esta noticia. No lloro porque no quiero y porque no me sale.
Y que no grite, no diga "dios sin ti, no puedo seguir adelante (trabajadora a jefa)" no significa que no me joda. Que no prefiera tener trabajo a no tenerlo. Que no esté triste....
Definitivamente no entiendo nada. A los que nos habían echado estábamos mas o menos enteros. Y los que conservaban el trabajo cortándose las venas en directo y todo el mundo consolándoles: "lo siento tío, que fuerte, que duro... no llores más, no pasa nada ¿quieres mi casa? ¿a mi mujer? ¿te regalo mi médula espinal por si tienes algún problema en el futuro?... Perri, ¿quieres traerle una tila a pare que está con un ataque de nervios? y ¡quita esa cara! ¡no ves que le pones aún más triste con ese gesto de shock que llevas!...
Como diría mi gran amiga be. Muerte. Y destrucción.
La cosa fue como una versión canal autonómico de Gran Hermano. Nos hiceron esperar, y esperar y esperar... y pueden abandonar la academia.... ¡después de la publicidad!!!!!!!!!!... Finalmente nos lo comunicaron: se han cargado a un tercio de nuestra (ahora su) redacción.
Gritos, llantos y respiraciones entrecortados: aquello parecía un funeral. Todo el mundo abrazándose. Y yo, como fuera de mi misma, viéndolo todo. Lo que más me sorprendió es que la gente que más lloraba, más gritaba y decía cosas más dramatico-telenovelescas eran precisamente aquellos que se quedaban... me extrañó.
Fuimos a tomar un café y a criticar hasta el degollamiento al bar de la esquina. Alguien me pidió una caña (once de la mañana) y yo, un poco aturdida y sin comprender muy bien todavía el espectáculo plañidir que estaba presenciando, me la tomé. La gente consolaba con abrazos y besos a los que mas lloraban. Todos se arrimolinaban en torno a una chica que estaba a punto de morir deshidratada de tanto lagrimón... pero... es que esa chica era de las que conservaba su trabajo. Yo, que acababa de quedarme en la calle, conversaba con una de las personas medianamente normales de la redacción sobre el futuro de nuestro producto. No entiendo nada.¿Se pasa del que acaba de perder a su familia en un accidente de tráfico y se consuela al que ha rozado el capó?
En fin. Con mi cerveza en la mano pensaba: soy muy joven, no tengo hijos, ni hipotecas, no me han hechado por nada relacionado con la calidad de mi trabajo...
"Es que tía! no te entiendo! ¡Cómo puedes estar tan tranquila!!!!!!!!!!!!!!!!!! Es que yo debo ser una histéricaaaaaaaaaaa!", me grita una mujer enfadada en grado supremo.
Yo me quedo de piedra. ¿Esta señora está enfadada conmigo porque no me tiro al suelo de dolor? ¿me acaban de echar y en vez de apoyarme algunos compañeros encima me riñen? ¿creen que así me sentiré mejor?
No lloro porque no me sale de los huevos. No lloro porque no me gusta hacerlo en público y mucho menos delante de desconocidos. No lloro porque no me gusta ser el centro de atención. Porque me molesta y me incomoda y me da verguenza que los demás se preocupen de mi. No lloro porque cuando la gente venga a abrazarme todavía me emocionaré más. No lloro porque, al menos en mi caso, no es para llorar. No lloro porque ya estabaa preparada para esta noticia. No lloro porque no quiero y porque no me sale.
Y que no grite, no diga "dios sin ti, no puedo seguir adelante (trabajadora a jefa)" no significa que no me joda. Que no prefiera tener trabajo a no tenerlo. Que no esté triste....
Definitivamente no entiendo nada. A los que nos habían echado estábamos mas o menos enteros. Y los que conservaban el trabajo cortándose las venas en directo y todo el mundo consolándoles: "lo siento tío, que fuerte, que duro... no llores más, no pasa nada ¿quieres mi casa? ¿a mi mujer? ¿te regalo mi médula espinal por si tienes algún problema en el futuro?... Perri, ¿quieres traerle una tila a pare que está con un ataque de nervios? y ¡quita esa cara! ¡no ves que le pones aún más triste con ese gesto de shock que llevas!...
Como diría mi gran amiga be. Muerte. Y destrucción.
12 Comments:
Te daria el pesame por la puerta que se te cierra, pero creo que mejor te felicito por la ventana que se te acaba de abrir.
Y me apunto a lo de caos, muerte, destruccion y bocaos medulo-espinales (o al menos velas negras pa todas las plagnideras desde Lyon).
Tu ne marcheras jamais seule!!!
Tus Perri-Fans y Perri-Lectores te apoyamos!!!!
Lloran porque se sienten culpables de conservar el trabajo delante de vuestras narices.
Estooo, capa de Superperri.
Felicidades por tu despido. A ver qué tal te va viviendo del paro... a lo mejor te llega. A mí me llega y además hago mis cosas extras y me va de coña. En fin, que sólo quiero decirte que hay vida más allá de la jornada laboral, pero tú segurísimo que lo sabes ya.
Me alegra que estés tan entera y conservando tu impecable sentido del humor.
Perrilinda, sorry por su pérdida (la de ellos, no la tuya)pero soy de las que piensa que no hay mal que por bien...etc, así que a por ellos!! Ayer me acordé de tí por que busqué "Aarus" en google y me dió una entrada a una perrypedia (lo juro!). Besos y pasa de infogena.net, que no hay ni una mísera oferta digna.
Ah, y decirte que ODIO, MUERTE Y DESTRUCCIÓN para las plañideras!
Así que se acabó sacar fotos a pinzas...
Suerte, mucha, y caos, pero poco.
Anda y que les peguen fuego a todos esos hipócritas canallas, hombrecoñoyá.
Y felicidades por perder de vista a esos compañeros buitres que tenías, y por la ventana que se te abre, como te han dicho por ahí.
:(
¡Eh, ahora tendrás tiempo libre para, por ejemplo, iniciar un tórrido y apasionado romance conmigo! :D
Muchas gracias por los ánimos perrinos....
¡EMEAAAAAA!!!!!!!!!!!!! (que me sacas los colores)
siempre, Siempre, SIEMPRE es para mejór. ya verás como tenías razones para no llorar.
El topicazo de que cuando una puerta se cierra, otra se abre, es casi siempre cierto. Y nunca nunca se debería llorar por un trabajo, al menos en este pais donde nadie se preocupa por ti en la empresa y donde somos el ultimo mono.
Unas lagrimillas de coraje se aceptan, pero ni una maisss!
Tu Amiga Be pasa demasiado tiempo con mi Amigo Somófrates.
Wow! un maravilloso mercado laboral se abre frente a ti. Aprovéchalo!
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