lunes, febrero 05, 2007

el deporte es malo

La perri es una persona que considera ejercicio caminar durante dos horas en una jornada de compras, que cree que deporte de riesgo destender las sábanas en un día de viento, que la última vez que estuvo apuntada a un gimnasio fue hace seis años y fue durante tres meses.

La perri es una persona que es consciente de que está tan en forma como jesús gil antes de morir. Que sabe que su atrofia muscular no es buena para su salud. Que siente dolores de espalda por hayarse a un ordenador pegada. La perri, en definitiva, es vaga pero no es tonta.


La perri ha decidido ponerse en forma. Pero como la perri es perri incluso consigo misma, no está dispuesta a engañars. Por eso,

No va a ir a ningún gimnasio: son caros (los de cerca de su casa), están saturados y le aburren (sabe que en un mes dejará de ir)
Ha decidido optar por un tipo de ejercicio no demasiado intenso (el aerobic podría acabar con su vida) como el tai chi o el yoga.
Necesita un centro que esté muy cerca de su casa ya que si la perri tiene que trasladarse la vagancia podrá con ella y fracasará en su intento de que su cuerpo no se canse al subir tres pisos.

Pero... aunque yo quiero... y con mucha intensidad... estar dos tardes por semana estirándome con la postura de la flor de loto en vez de yacer en mi sofa en la postura de la seta televisiva... no hay ningún centro de yoga o tai-chi cercano a mi casa que tenga plazas...

Y como a la perri cuando le dan arrebatos de iniciativa tiene que aprovecharlos (si pienso hoy en ir al gimnasio tengo que matricularme hoy mismo, porque puede que mañana ya se me haya pasado la alucinación de fortaleza mental) y ahora no puede...

Ha decidido que si el mundo se conjura para que ella no pueda hacer deporte, será que no está de dios que haga deporte... y con esta excusa tan racional y profunda acallo mi mala conciencia y me voy a tomar unas cañas hoy por la tarde con mis amigos.

16 Comments:

Blogger Gato said...

Gran solución Perri. De todos modos no te fíes de las disciplinas orientales. Tengo entendido que te puede dejar más hecha polvo un cuarto de hora de tai-chi que dos horas de jard espining - eso de hacer el burro encima de una bici-.

3:45 p. m.  
Blogger EmeA said...

El deporte no es malo: es muy malo. Al consumir más oxígeno tu cuerpo se oxida más deprisa, o lo que es lo mismo, envejeces rapidamente. ¿Y nadie ha pensado nunca que eso de "quemar grasas" es criminal? ¡Estamos hablando de destruir partes de tu cuerpo!

Y el gimnasio en concreto deforma tu cuerpo para que sea capaz de ejecutar esas actividades que no necesitas en tu vida cotidiana, esas actividades que solo te hace falta poder realizar... en el gimnasio

4:30 p. m.  
Blogger susurro said...

Ostras cómo me identifico con este post... yo también soy perraca total... y el mundo se confabula contra mí para que nunca deje de serlo, jo! snif ;(

4:50 p. m.  
Blogger Be said...

Perri, me identifico taaanto... Mi novio (jijiji) me llama "mi atleta", no te digo más.

6:04 p. m.  
Blogger querida_enemiga said...

Si tienes la PlayStation, píllate un juego de esos de bailar.

Más información en: http://laventanademialma.blogspot.com

6:14 p. m.  
Blogger PRIMAVERITIS said...

Yo he tenido el mismo proceso mental, al entrar al curro pensaba en apuntarme a un gimnasio y al salir ya había decidido que no hay plazas, son caros, no hacen lo que yo quiero y están lejos
¡Y todo eso sin visitar ni uno solo! Pa qué, si ya se como va a acabar todo.

8:32 p. m.  
Blogger Sheena said...

"uy, que liada estoy este año, mejor no me apunto a danza del vientre..." - dije minutos antes de entrar en el centro cultural de mi barrio para pre-matricularme.
La intención es lo que cuenta, dicen y si no siempre quedará subir "a pata" las escaleras del metro.
Be: ¿"mi atleta"? je je je, bien por vosotros...
besukis!

9:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hacer deporte MOLA, panda de vegetales!

9:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

mas o menos a ti te pasa como aquel, que se levantó un día con ganas de ir a trabajar y se volvió a acostar a ver si se le pasaban

10:29 a. m.  
Blogger EmeA said...

"Mi atleta" entra dentro del terreno de lo aceptable. Pero como alguien diga que su pareja le llama "mi contorsionista" o algo parecido gritaré

10:50 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues yo soy una flipada del gym, jamás, JAMÁS, lo hubiera pensado, pero así es. Estoy enganchada. En cuanto a la alfombra danzarina, yo la tengo pero no me convence nada. Y eso que tengo la versión en la que metes la canción que te de la gana...

11:40 a. m.  
Blogger Gato said...

Efe, ANIMAL, ANIMAL y a mucha honra.

Malaguita, cuidadín, que existen enganchados a las endorfinas que genera la práctica de deporte. Conozco a alguien a quien el médico le prohibió terminantemente hacer ejercicio.

Decíd no a las drogas, pequeños,y repetid conmigo: "las endorfinas no son la solución".

1:12 p. m.  
Blogger Anómalo said...

Hay una opción peor, perrina: te podemos regalar el deuvedé de Batuka.

3:50 p. m.  
Blogger Be said...

EmeA, JAJAJAJAJAJA!

7:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Contorsio...?

...

Bwahahahah...

Gato, las endorfinas MOLAN mogollón. Lo sé yo, que tengo una camiseta que lo pone.

1:25 p. m.  
Blogger Gato said...

Tú te callas que tienes que predicar con el ejemplo y éso acaba por afectarle a uno. Que luego le llaman gay ar maehtro

7:23 p. m.  

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