jueves, agosto 24, 2006

castigos con lazo

En el otro e insigne blog en el que colaboro 'Quédate a mantener relaciones sesuales', surgió el tema del peor regalo. Porque hay veces que desenvuelves con suprema ilusión el paquete y cuando su contenido queda al descubierto visualizas al dr benton poniéndote las placas a saco para intentar revivirte tras el sustoomuete shock por fealdad extrema.

Así que este post va de eso, de que conteis (y compartamos) cuál es el peor regalo que nos han hecho jamás de los jamases... porque he descubierto, nenes, que la catarsis es guena, la catarsis es sabia, la catarsis nos guía... ¡aleluya!

Aquí va mi pequeño trauma:

Era navidad. La perri era perri preadolescente y como perri y además preadolescente se sentía bastante rara y distinta (en el mal sentido) a los demás. En navidad a todas las perrisfriends les habían traído sus primeras pinturinas (faciales, se entiende): pote (que era lo más en aquella época), rimmel o algún brillito que las madres compraban porque les parecía más inocente que una barra de labios y realmente era mucho más putesco y lolítico.

La perri no había tenido regalos de navidad porque "en esta casa se celebra reyes" y porque en mi familia somos muy austeros en celebraciones (de ahí mi obsesión por la decoración navideña.... efecto rebote, ya sabeis, como cuando el hijo de un hippy se afilia al pp). Asi que esperaba con mucha ansiedad la llegada de reyes y de las pinturinas. Tenía menos de 16 años y cara de bastante menos que 16 años, asi que debía camuflarme y mirar con asco al portero para que me dejasen entrar en la disco...

Llego la mañana de reyes y mis padres me trajeron los paquetes a la cama. Había dos: uno fino y otro gordo. Cogí el gordo (yo siempre igual) y lo agité...¿sería uno de esos maletines con mogollón de pinturines! ¡no me lo puedo creer! ¡que guayyyyy!... lo abrí en un solo movimiento: ¡DIOS! ¡QUERÍA MORIR!... eran cinco libros... CINCO... no uno ni dos... cinco... así... a granel... "oiga, póngame cuarto y mitad de literatura".... no podía creerlo.. ¡LIBROS!... ya me sentía bastante rara porque era la única de mis amigas que leía (alguna sigue sin haber pasado una página)... la rarita... la gafotas... ¡y van ellos y me regalan cinco libros para reafirmar mi sospecha de que soy rara... tan rara que en reyes me regalan libros!...

Abrí el otro sin mirar a mis progenitores.. había una esperanza.. podía haber una caja de polvos compactos... o sombra de ojos... o... o.... ¡un recopilatorio de nirvana! (Aqui viene una explicación temporal: cuando pasó esto... ya hacía tres años que había muerto kurt y aunque en su momento tenía todos sus discos... regalar tres años después un recopilatorio de kurt era... !

Sin comentarios. Cero pinturinas. Cero pulseras o gargantillas (que era lo que se llevaba) y cero ropa. Nada de lo que una niña de 15 años desea... cinco libros y un recopilatorio de una banda pasada... las lágrimas empezaron a brotar en silencio... me sentía muy triste y muy muy muy muy rara.. ¿cinco libros!... no podía parar de llorar y me sentí muy imbecil por llorar por una chorrada así: no era importante, no pasaba nada... y de la rabia que mi estupidez me daba a mi misma lloraba todavía más y más... sobre los cinco libros y el recopilatorio de nirvana y la mirada atónita de mis padres...

¿Es que no te gusta?, me preguntó mi padre.

"No"... derepente me di cuenta de que estaba un poco enfadada con ellos. ¿Cómo me podían haber regalado eso? ¿Es que no me conocían? ¿Es que no oían las historias que les contaba de la entrada a las discotecas? ¿Es que no se figaron en como se ponían los ojillos al contarles los regalos que les habían hecho a mis perriamigas por navidad? ¿Es que no se habían tomado ni nun segundo en elegir mis regalos? ¿Habían ido al Corte Inglés y en la misma planta, en el mismo pasillo habían hecho la compra para su hija adolescente?"

"Es que como te gusta tanto leer"... confirmado: esfuerzo en la elección de los regalos de la perri=0

"Eres una desagradecida. Encima de que te hacemos regalos te pones a llorar. Hija, eres una malcriada. Con la cantidad de niños que hay sin regalos y tu... a llorar... de verdad que pena"... mi madre estaba enfadada, muy enfadada... Se fue a hacer el desayuno y yo me quedé llorando aún más por lo mal que me sentía: me sentía triste y enfadada y decepcionada conmigo mismo... sin pinturines.. y con cinco libros... la niña rara que lee (cinco libros)

Fue un trauma. Verdadero. Por eso odio que me regalen libros (comics si)... y alguno aún sabiéndolo sigue haciéndolo... cosa que me pone de un humor de perros y me retrotrae a los mismos sentimientos de ese día de reyes de mi preadolescencia...

ahora es vuestro turno, perrines

17 Comments:

Blogger Anómalo said...

Mis padres han llegado a la solución perfecta: "como vives lejos, cómprate lo que quieras y nos pasas la cuenta".
Suelo esperar hasta el último momento, por si deciden currárselo por una vez. Pardillo...

9:37 a. m.  
Blogger Misia said...

Tengo unos tíos que se distinguen por hacer los peores regalos de la historia. Con veinte años me dieron un paquete inmenso y blandito. Al abrirlo se descubrió EL HORROR: el jersei más feo del mundo. Mi tia lo había semi-hecho para mí, es decir, habia comprado la parte frontal, trasera y las mangas hechas y simplemente las había unido. Tenía todas las características para ser feo: era enorme (yo cabía... y sobraba sitio para Pavarotti), era de ochos chungos, era informe (por la elaboración) y era del naranja más estridente, fosforescente y feo que he visto en mi vida (dos aclaraciones: no se llevaba el naranja y ODIO el naranja). Intenté ponermelo algún día por casa, pero me daba susto a mí misma cada vez que miraba hacia abajo.

9:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una especie de cocinero gordo con bigote para poner las cucharas y palas de madera, para la cocina, horrible, del todo a cien seguro. Fue mi cuñada.

10:18 a. m.  
Blogger Zagloso said...

Algún día haré un desfile con la colección de jerseis de cuello vuelto que me ha regalado mi madre a lo largo de los años... Uno ya se resigna, lo que no consigo reprimir la carcajada ante la frase: ¿Por qué no te pones ese jersey tan bonito que te regalé?

Perri, ¿crees lícito cambiar un regalo horroroso por otro mejor? ¿Recuerdas cuáles eran los cinco libros del paquete?

10:25 a. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

Zagloso, siempre que no se hiera al regalante (que es muy pocas veces) me parece del todo lícito... se que es un punto de vista muy luterano pero... no es más amoral tener un objeto en casa sin darle ninguna utilidad... que ha muerto para nada... que acabará en la basura a la primera limpieza post-ruptura de cambio que cambiarlo por algo a lo que si daremos utilidad y darle otra oportunidad al primer y feo objeto de una vida más feliz?

No recuerdo los libros, solo recuerdo que no los lei

10:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Algun buen regalo habras recibido, perri,en cuyo caso ¿no es mejor recordar lo mas entrañable de la navidad?. Yo tambien amo los adornos de navidad,la navidad en si.Quizá por haber crecido en una familia muy puritana y muy austera.LOs arbolito, las bolitas, los papas noel...las luces, los lazos...y tambien tengo un triste recuerdo....yo queria unos patines...y me regalaron un reloj que aun conservo, comprado con mucho esfuerzo y sacrificio,.....pero yo era adolescente como tu cuando lo de los libros (cinco libros cinco) y queria unos patines...Mirando hacia atrás sin ira.....Aun lo conservo.

12:35 p. m.  
Blogger Be said...

Hmmm... mi madre me regaló un año por mi cumple LO MISMO QUE EL AÑO ANTERIOR PERO EN OTOR COLOR. No diré qué era, pero no me había gustado ni la primera vez que me lo regaló.

Perri, ya puedes añadir al post "a no ser que sea Harry Potter", o lloraré.

1:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una cinta-casete de Jaime Walters (salió en Sensación de vivir y era novio de Donna),podeis buscarlo en imdb. El tío saca un disco y "mis amigas" me lo regalan. En fin, nunca le saqué el envoltorio y todavía lo tengo en el "cajón de las cintas". Triste.

2:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un tentetieso de Elmer el cerdito, que además tintineaba cuando lo movías. Navidad, toda la familia más unos amigos en el campo, yo tendría unos 11. Cajas de rotus de punta fina por un lado y gordita, con forma de pincel por otro, de miles de colores y blocks de dibujo de papel muy grueso para los demás. Y para mí, Elmer.

Además, yo era la única que dibujaba genuinamente bien y a todas horas. Hay cosas incomprensibles.

2:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jajajajajaja, perri, no te imaginas lo que me has recordado a unas navidades mias!!! fue algo muy parecido, debia tener unos 14 o 15 años y quería lo mismo que tú, las primeras pinturitas, unos pendientes, ropita, en fin, cosas de ese estilo... y cuando abri los paquetes me encontré:
- una bata para andar por casa que las odiaba profundamente (y mi madre lo sabia)
- un paquete con 3 cintas vírgenes
- un radio-despertador de esos negros
- un juego para el baño para poner el jabón y el cepillo de dientes...

pero qué clase de regalos eran esos para una adolescente??? yo también me puse a llorar y después todavía lloraba más por haber llorado y así sin parar.... en fin, que mi madre se quedo fatal... pero luego ya se me pasó... todavía nos seguimos tronchando cada vez que nos acordamos de ese día...
Eso sí, a partir de entonces mi padre el pobre no elige mis regalos, le quedó prohibido....

5:15 p. m.  
Blogger Perlita de Huelga said...

ufff, yo tengo una lista muy larga: mi abuela me regaló ropa interior de algodón de la talla XXL que compró en la mercería de su pueblo. Creo que la rescataron del almacén, de cuando la posguerra.
Y tengo una tía especialista en ir al Pryca y comprarme los asquerosos packs de colonia cutre más desodorante irritasovacos por sólo 9 euros. Así que cada año, yo vuelvo a envolver los packs y se lo paso a alguna prima que no me caiga bien.

6:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

mi madre ha instaurado los últimos años una bonita tradición: regalarnos un jersey a mí y a mis dos hermanos por Reyes. va a Springfield o El Corte Inglés y compra tres jerseys del mismo modelo pero variando el color (y la talla, afortunadamente). otro año siguió el mismo sistema pero varió, no cambiaba el color, sino el diseño. fue el año de los "jerseys de madre", q eran algo así como el jersey del reno de Bridget Jones, pero en lugar de reno con dibujo típicamente navideño-invernal en él.
pero antes ha habido algunos estupendos. como el año q mi padre por mi cumpleaños me compró un polo (sólo me pongo polos en reuniones familiares para q mi madre me deje en paz con mi modo de vestir) y una camisa, q incluso mi hermano el muy formal, describió como "demasiado seria".
y no me puedo olvidar de cuando me regalaron el segundo disco de ismael serrano cuando yo ya le había declarado odio eterno dp de haberme comprado el primero y haberme hartado de oirlo. mi pobre hermano, el otro pero q tb es muy formal, no se había enterado de declaración de odio. y tb cuando me regalaron Titanic en vhs, q yo tenía algo así como 18 años y desde su estreno me había negado a verla, y mi cara fue pura decepción.
bueno, y sí, siempre odié cuando en mi adolescencia me compraban ropa unas cuantas tallas más grandes "para cuando crezcas". claro, eso dejó de ocurrir a los 14. por lo visto alguien tenía esperanzas aún de que llegase al 1,70.

8:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

como veis estoy lleno de traumas...

9:01 p. m.  
Blogger Chirly said...

Una amiga de mi madre, a la que apodan "La Cateta", me regaló en una ocasión una lámpara para la mesilla infantil con una muñeca de porcelana en la base. Me aterran las muñecas de porcelana. He visto demasiadas películas de miedo (incluida la venganza de Pinocho) y odio los muñecos (menos mi cabispaskis). Encima tanto muñeca como lámpara eran de un tono rosa palo suciote y con muchas puntillas, arrgh¡¡

11:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mi primer novio era muy agarrado.
A las dos semanas de salir, me dijo "nosotros no tenemos por que hacernos regalos de cumpleanyos ni nada de eso eh?".

Para mi cumplean/os, llevabamos 5 meses saliendo.
Como era mi primer novio, y en mi familia son asi, no pare de oir comentarios en plan "uy! A ver que te regala el novio" Y comentarios en plan "El primer regalo que me hizo tu padre, fue un colgante de plata precioso"....

El muy agarrado me hizo un collar de conchas con sus propias manos. Puede parecer muy romantico, pero el collar era cutre y feo (imaginad, un collar hecho con berberechos...pareciaan los restos de la paella).
Cuando abri la caja delante de mis amigos, estos se quedaron patidifusos...Yo solte un "me encanta"
Lo mejor...hasta lo lleve puesto al instituto (el me lo pidio)...lo que hace el amor.

12:25 p. m.  
Blogger Cuca said...

El Sr. Burns digoo.. mi abuelo paterno me ragaló, para mi dieciocho cumpleaños, un cortauñas-llavero. Por suerto no añadió: "Para que lo uses en el bus". Ese mismo año le pedí a mi padre que me regalara una navaja suiza como la que él tenía. Y mi padre me regaló la suya, porque así se pudo comprar una navaja nueva mucho mejor. Ya les vale, vaya año me dieron...

6:41 p. m.  
Blogger Gato said...

Algunos reyes en mi casa eran un poco colflictivos. Los números rojos y el número de hermanos pesaban demasiado. Una navidad mi madre compró tres jerseis: uno para mí, otro para mi hermana Nuevemil y otro para mi hermana Oña. Tres colores, mismo diseño. Eran largos hasta el culo, con goma abajo. Cuello de polo. Tenían una superposición de tela bordada en que figuraban un oso y dos globos. Teníamos 15 (yo), 17 (Nuevemil) y 21 (Oña) años. Para estar en casa, Misia, y con grima.

Pobres Gatomá y Gatopá, pero ninguna sacamos de paseo al oso.

11:23 a. m.  

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