miércoles, junio 08, 2005

Y Dios creó el aire acondicionado

En mi trabajo cuando se enciende el aire acondicionado se apagan los fusibles. Pero solo cuando se enciende en la redacción: en el sitio de los jefes y secretarias no. Luego los jefes se enfrentan a una disyuntiva: trabajar o vivir... va a ser que yo prefiero vivir... no por nada en especial, entendedme.

El caso es que la ropa se me pega al cuerpo tanto que se funde cual tatuaje. Sudo con una profusíón tal que he decidido traerme una cinta de tenista tipo Bion Bjorg (o como se escriba) para que la acidez de las gotas que descienden en cascada por mi frente no me cause ceguera permanente. Aquí huele a choto muerto en mitad del Sahara (después de comer fabada descompuesta e higadillos de morsa fresca). Las pantallas de los ordenadores sudan como cuando los coches donde la gente hace cochinadas se empañan (yo soy buena) y hay una espiece de neblina húmeda (tipo efecto invernadero) que me impide ver a los compañero que tengo enfrente. Si la gente permanece en silencio se oyen los ñack, ñack que hacen las bocas pastosas al intentar humedecerse (inutilmente) y si miro al despacho del jefe (que está a cinco metros) veo la imagen distorsionada en plan las hondas que se forman en las carreteras de los anuncios de cerveza de Tejas.

La cosa está así: me siento cochinillo en el horno, abandonada desnuda en mitad del desierto después de haber comido una parrillada profusa en sal, viajera de la línea marrón (sí, soy de fuera y digo las líneas del metro por colores y no por números) pertrechada de plumifero para escalar el everest, quemada de tercer grado en la playa y encerrada en una sauna... asín me siento...

...y todavía hay gente que dice: ¡Ay! apaga el aire acondicionado que me da el chorro justo aquí encima y me voy a tener que poner una rebequita... mira que roja tengo ya la nariz...¡hija del fuckingtrucking!

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pues en mi curro va por zonas... La parte central, conocida como redacción, tiene una temperatura bastante aceptable, pero en los estudios hace un frío, perri, un frío, que ni tú que eres del norte y en el verano de madrid se te pone cara de delfín sufridor como los que he visto hace un rato en las noticias (lo he visto sin voz, desde el estudio/nevera durante el consultorio, es posible que estuvieran muertos. Si ese es el caso, NO, repito, NO tienes esa cara. La perri-cara es de sufrimiento infinito, pero de sufrimiento de ser respirante), ni tú lo aguantarías. Perri, aquí no es rebequita, es que hace una rasca de 5 de febrero. Ola de frío polar en los estudios de RadioFittyFitty. Lo flipante es que tb huele a eso que tú dices... (Mis compañeros masculinos y viejos van por lo general en traje y corbata, y debe de ser que sudan de la ansiedad: me encanta ser chica y pequeña y no tener que llevar esas ropas chungas).

Y sobre el metro, es mejor decir las líneas por colores. Mola más, y si no mis amigas y yo no te entenderíamos.

10:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias be por tu solidaridad cromática... a mi también me gusta poder ir en camiseta de tirantes... no me imagino a mi jefe asin! jijij

10:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Trabajo con 4 personas mayores, de la liga anti-ventana-abierta, anti-aire-acondicionado. Viven aterrorizados con las corrientes, y con las brisas. Hoy hay unos 35 grados y... el aire está quitado y las ventanas cerradas a cal y canto. "Es que a mí me agarra un tabardillo que luego me deja en casa seis días", y yo rezando (que he aprendido para casos de extrema necesidad) para ver si los agarra El Gran Tabardillo de una puta vez.

Al otro lado del pasillo trabajan una anoréxica y tres personas sanas, que tampoco pueden ni abrir la ventana ni poner el aire porque a la del metabolismo lento se le ponen los labios morados (eso sí, ella con camisetita de tirante extrafino, total, sólo se le ven las costillas y las clavículas repulsivas, como de campo de concentración).

2:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El odio es grande en ti pequeña aguadora padaone... en mi más! no solo me cuezco en mi bilis sino que además tengo que aguantar que el pelos me persiga buscando el mínimo error que cometa para echármelo en cara. Quiero arrancarle los pelos uno a uno!

7:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pues yo tengo aire acondicionado en casa, que es donde curro, pero como si no lo tuviera.

sobrepasados los 40 grados en la calle, da lo mismo que tengas aire o no, no vale para nada.

A veces, cuando llevo muchas horas sentadas, siento un abrazo integral que me tapona todos los poros de mis piel, un abrazo calentiiiiito, calentiiiito, que hace caer chorretones con entre las piennnas, y por entre los brazos, y en en todas aquellas partes de mi cuerpo en las que hay pliegues o doblez de mis articulaciones...

mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... ODIO SEVILLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

3:03 p. m.  

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