laperri en la fiesta
Había una fiesta, bueno, un fiestón y la perri tenía que ir para hacer relaciones sociales con sus jefes (que es casi más importante que tener relaciones laborales)... me puse mis zapatos orgásmico-desviadores-de-columna, un vestidín perri y me recogí el pelo hacia atrás en una coleta... ¿porqué un peinado tan... sobrio? Pues porque mis canas, las horribles canas con las que Dios me castiga por mi mala leche y ganas de matar, ya empiezan a asomar (el sábado voy a acabar con ellas) y no era plan, pensé yo, de ir al fiestón de la muerte con las raices al aire... Así que así me fui al fiestón.
Cuando entré me encontré la mayor concetración de gente famosa por metro cuadrado que he visto en mi vida. Ellos con smoking... ellas de Dior, como poco. Y yo. Yo, con ganas de coger una bandeja y camuflarme entre los camareros... ¡Tenía que haber ido a la peluquería! ¡Tenía que haberle pedido prestadas a H joyones de su marca! ¡Tenía que haberme quedado en casa!.... Pero que no cunda el pánico: yo no soy una celebrity, ni una invitada, soy parte (una parte muy muy pequeña) de la empresa que celebra el fiestón... cabeza alta, moño recto. Cuando veo al resto de mis compañeros me relajo... sí, mis pelos son lo peor, pero ellos van... más normales.
Intento forzar mi timidez al límite y relacionarme con la gente que debería (con desiguales resultados). Me tomo una cerveza (sí, debería haber cogido una copa de champagne carísimo, pero lo valoré y decidí que la cerveza estaba más acorde con mi coleta chunga). Veo a gente que hace mucho tiempo que no veía y me hace ilusión ver. Voy al baño... y al entrar... ¿a quién me encuentro?
Pues os lo cuento al estilo peñafiel:
-A una joven y loca diseñadora.
-A un icono de la movida, mujer magnífica, de la que soy fan entregada.
-A una cantante reina del maquillaje, reina el pop patrio.
La joven y loca diseñadora da saltitos histéricos: "Me meo", me dice. Me apetece responderle "Gracias por la información" pero me callo y sonrio. El icono y la cantante se alicatan frente al espejo... yo quiero desaparecer con mi moño chungo pero el baño es como una película y yo además de mirar quiero interactuar. Saco mi barra de labios roja y utilizo el único hueco libre del espejo que dejan las diosas para pintarme.
"Uy, qué color tan divino", me dice el icono.
"Gracias", digo... cuando en realidad quiero decir "Soy fan. Te adoro. Me pareces un ejemplo de mujer que sabe vivir la vida como hay que vivirla. Me pareces un personaje fascinante que no recibe el reconocimiento que debería"... Digo "Gracia" y pienso en meter la barra en un relicario en cuanto llegue a casa.
"Me dejas probarla... es que me veo muy apagada la cara"
"Claro, claro"... Pienso: "Quédatela, y mis zapatos también... y mi vestido.. ¿Has traido bragas? ¿necesitas una donación de médula?"
Y la icono se pone mi barra de labios, mira la marca y me la devuelve con un "Gracias cariño". Vuelve a la fiesta... con mi barra CON MI BARRA.
Entra una presentadora madre-moderna y saluda en plan colegueo a la cantante... hablan... yo espero a que la diseñadora salga del baño.
"No sabes cuanto pesa este vestido que llevo", dice la cantante refiriéndose a su increíble-magnífico-espectacular vestido de malla metálica.
"Cógelo, cógelo", le dice a la presentadora.
"Uy sí cuanto pesa", responde.
"Cógelo, ya verás", me dice a mí. A MI. A MI que me sabía la careografía completa de uno de sus grandes éxitos y lo ejecutaba con maestría con mi amiga mac en los bares universitarios. A MI. Le toco el vestido como quien toca el manto de la virgen.
"Joder" es todo lo que puedo decir al comprobar que el microvestido debe pesar unos ocho kilos... adios al glamour... aunque con el moño que llevo, no pega que diga otra cosa, la verdad... moño choni, reacción choni...
"Estoy mataíta", me dice.
Y se ponen a hablar de sus hijos y planean quedar un día por la tarde con los churumbeles porque les parece muy fuerte verse sólo por la noche en saraos.
Sigo esperando a que la diseñadora salga del baño. Estoy tan excitada y mitomaníaca que no me puedo quedar quieta, allí, esperando a que la diseñadora joven y loca salga. Así que me voy... con mi moño chungo.
Cuando entré me encontré la mayor concetración de gente famosa por metro cuadrado que he visto en mi vida. Ellos con smoking... ellas de Dior, como poco. Y yo. Yo, con ganas de coger una bandeja y camuflarme entre los camareros... ¡Tenía que haber ido a la peluquería! ¡Tenía que haberle pedido prestadas a H joyones de su marca! ¡Tenía que haberme quedado en casa!.... Pero que no cunda el pánico: yo no soy una celebrity, ni una invitada, soy parte (una parte muy muy pequeña) de la empresa que celebra el fiestón... cabeza alta, moño recto. Cuando veo al resto de mis compañeros me relajo... sí, mis pelos son lo peor, pero ellos van... más normales.
Intento forzar mi timidez al límite y relacionarme con la gente que debería (con desiguales resultados). Me tomo una cerveza (sí, debería haber cogido una copa de champagne carísimo, pero lo valoré y decidí que la cerveza estaba más acorde con mi coleta chunga). Veo a gente que hace mucho tiempo que no veía y me hace ilusión ver. Voy al baño... y al entrar... ¿a quién me encuentro?
Pues os lo cuento al estilo peñafiel:
-A una joven y loca diseñadora.
-A un icono de la movida, mujer magnífica, de la que soy fan entregada.
-A una cantante reina del maquillaje, reina el pop patrio.
La joven y loca diseñadora da saltitos histéricos: "Me meo", me dice. Me apetece responderle "Gracias por la información" pero me callo y sonrio. El icono y la cantante se alicatan frente al espejo... yo quiero desaparecer con mi moño chungo pero el baño es como una película y yo además de mirar quiero interactuar. Saco mi barra de labios roja y utilizo el único hueco libre del espejo que dejan las diosas para pintarme.
"Uy, qué color tan divino", me dice el icono.
"Gracias", digo... cuando en realidad quiero decir "Soy fan. Te adoro. Me pareces un ejemplo de mujer que sabe vivir la vida como hay que vivirla. Me pareces un personaje fascinante que no recibe el reconocimiento que debería"... Digo "Gracia" y pienso en meter la barra en un relicario en cuanto llegue a casa.
"Me dejas probarla... es que me veo muy apagada la cara"
"Claro, claro"... Pienso: "Quédatela, y mis zapatos también... y mi vestido.. ¿Has traido bragas? ¿necesitas una donación de médula?"
Y la icono se pone mi barra de labios, mira la marca y me la devuelve con un "Gracias cariño". Vuelve a la fiesta... con mi barra CON MI BARRA.
Entra una presentadora madre-moderna y saluda en plan colegueo a la cantante... hablan... yo espero a que la diseñadora salga del baño.
"No sabes cuanto pesa este vestido que llevo", dice la cantante refiriéndose a su increíble-magnífico-espectacular vestido de malla metálica.
"Cógelo, cógelo", le dice a la presentadora.
"Uy sí cuanto pesa", responde.
"Cógelo, ya verás", me dice a mí. A MI. A MI que me sabía la careografía completa de uno de sus grandes éxitos y lo ejecutaba con maestría con mi amiga mac en los bares universitarios. A MI. Le toco el vestido como quien toca el manto de la virgen.
"Joder" es todo lo que puedo decir al comprobar que el microvestido debe pesar unos ocho kilos... adios al glamour... aunque con el moño que llevo, no pega que diga otra cosa, la verdad... moño choni, reacción choni...
"Estoy mataíta", me dice.
Y se ponen a hablar de sus hijos y planean quedar un día por la tarde con los churumbeles porque les parece muy fuerte verse sólo por la noche en saraos.
Sigo esperando a que la diseñadora salga del baño. Estoy tan excitada y mitomaníaca que no me puedo quedar quieta, allí, esperando a que la diseñadora joven y loca salga. Así que me voy... con mi moño chungo.
8 Comments:
Qué envidia me das!!!!!! y estoy segura de que estabas muy guapa!!
ayyyyy... que ya me imagino dónde estuviste!! Te amo y te odio a partes iguales... perraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
¿Tuviste cerquita a Velencoso, nena?
Jope, yo no me entero de nadaaaaaaaaaa...
Mi vida es sumamente aburrida, snif...
Pero lo tuyo fue alucinante. Yo guardaría la barra de labios en un tarro al vacío para que no se estropee nunca.
Vaya!!!!
Soy la única que no se pone como loca por encontrarse a famosos? No sé... si hubiese estado el inventor de la lavadora le habría besado los pies, pero... Es que no soy muy mitomaníaca.
jajajajajja!!!
cómo me he reído...
ajjajajja...
te leo, te leo
besos
Podrías poner las iniciales de los famosos como en el tomate porque me he perdido un poco...
he encontrado tu blog por casualidad y no veas qué risas me estoy echando... eres super divertida. felicidades por tu blog y mucha suerte!
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