Caer en desgracia
A veces, el trabajo es como una pequeña corte y no encajar personalmente es sinónimo de muerte laboral...
Cuando lo tuyo no son las habilidades sociales y vives atenazada por la presión de ser una niña muy buena y sacar muchos sobresalientes para que te regalen 'el pony'... a veces... te conviertes en una desequilibrada...
-Hola Jare ¿qué tal? (jare es una especie de master del universo... alguien que puede que no tenga las llaves de las caballerizas del pony pero desde luego puede relegarte a recoger el estiercol el resto de tu vida)..
-Hola, ¿qué pasa?
-Nada, pues que voy a estar por aquí una temporada.
-Ah (silencio, silencio, silencio, silencio, silencio... tan denso que lo puedes cortar con un cuchillo pero no lo haces porque prefieres utilizar cualquier superficie afilada para autoinflingirte la muerte y acabar de una vez con ese momento de suprema violencia).
-Bueno pues...
-Pues ya nos veremos por aquí. Adios.
-Adios.
Inmediatamente piensas qué has hecho mal... porque no puede ser simplemente que la otra persona tenga un mal día o sea una borde de cojones, no... tiens que ser tú, tiene que ser que hayas hecho algo mal, que la hayas cagado, que hayas echo algún comentario que le haya sentado mal, que alguien le haya hablado mal de ti... o que alguien le haya filtrado tus comentarios más perris y que, por lo tanto, simplemente te odie, te desprecie, esté deseando tu extinción social, dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para hundir tu camino hacia el pony... porque la educación católica es así...
Porque puede que simplemente tenga un mal día... pero en esta corte que es el mundo laboral no puedes simplemente preguntarle ¿qué coño te pasa conmigo? porque no sois amigos, porque nunca ha sido superpolite contigo pero al menos te daba baldosas amarillas para que construyeras tu camino amarillo hacia el pony... y piensas que las baldosas se han acabado, que ya nunca te dará más.. sino que te las tirará a la cabeza si puede... y sin baldosas (o con ellas incrustadas en tu espalda a modo de cuchillo) el camino hacia el pony se ha terminado... y te preguntas qué has hecho...
y piensas que a veces tu vida y tu pony dependen tan poco de ti que da miedo y asco.
Cuando lo tuyo no son las habilidades sociales y vives atenazada por la presión de ser una niña muy buena y sacar muchos sobresalientes para que te regalen 'el pony'... a veces... te conviertes en una desequilibrada...
-Hola Jare ¿qué tal? (jare es una especie de master del universo... alguien que puede que no tenga las llaves de las caballerizas del pony pero desde luego puede relegarte a recoger el estiercol el resto de tu vida)..
-Hola, ¿qué pasa?
-Nada, pues que voy a estar por aquí una temporada.
-Ah (silencio, silencio, silencio, silencio, silencio... tan denso que lo puedes cortar con un cuchillo pero no lo haces porque prefieres utilizar cualquier superficie afilada para autoinflingirte la muerte y acabar de una vez con ese momento de suprema violencia).
-Bueno pues...
-Pues ya nos veremos por aquí. Adios.
-Adios.
Inmediatamente piensas qué has hecho mal... porque no puede ser simplemente que la otra persona tenga un mal día o sea una borde de cojones, no... tiens que ser tú, tiene que ser que hayas hecho algo mal, que la hayas cagado, que hayas echo algún comentario que le haya sentado mal, que alguien le haya hablado mal de ti... o que alguien le haya filtrado tus comentarios más perris y que, por lo tanto, simplemente te odie, te desprecie, esté deseando tu extinción social, dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para hundir tu camino hacia el pony... porque la educación católica es así...
Porque puede que simplemente tenga un mal día... pero en esta corte que es el mundo laboral no puedes simplemente preguntarle ¿qué coño te pasa conmigo? porque no sois amigos, porque nunca ha sido superpolite contigo pero al menos te daba baldosas amarillas para que construyeras tu camino amarillo hacia el pony... y piensas que las baldosas se han acabado, que ya nunca te dará más.. sino que te las tirará a la cabeza si puede... y sin baldosas (o con ellas incrustadas en tu espalda a modo de cuchillo) el camino hacia el pony se ha terminado... y te preguntas qué has hecho...
y piensas que a veces tu vida y tu pony dependen tan poco de ti que da miedo y asco.
3 Comments:
Gran frase esta última. Entre el destino o el azar, como se prefiera, y los demás, una más que conducir su barco, lo único que hace es intentar que siga a flote.
Di conmigo: soy un tanque, soy un tanque, soy un tanque, esto no me afecta... Si alguien es antipático conmigo me da igual, no me comeré la cabeza, soy un tanque.
todo depende de zp
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