lunes, septiembre 04, 2006

camareros feos

El tópico de que los guapos son tontos es absurdo (el de que a los guapos les ves venir -acuñado por la grandísima misia-no). Pero el de que los camareros guapos merecen ser rostizados con tu lanzallamas de bolsillo se cumple en un 90% de los casos (y la perri ha sido camarera).

Tú entras en un sitio guachi, con decoración guachi, comida guachi y, como no, camareros guachis. Estos camareros de sitios guachis parecen siempre modelos/actores (y seguramente lo son. Yo creo que solo lo hacen para luego, cuando sean famosos, decir en las entrevistas que fueron pescadores, camareros y teleoperadores para pagarse la escuela de interpretación). Si hay más de seis camareros, al menos uno llevará rastas, tres piercings en la ceja, cinco estarán tatuados y todos te mirarán mal.

Porque los camareros guapos de sitios chachis no te atienden: te perdonan la vida. Y eso es algo que tienes que tener en cuenta antes de reservar mesa, porque sino, es muy posible que les claves el cuchillo diseñado por Sybilla para el tofú. Ellos no son camareros, son guapos,,, y esa es su profesión. Están allí para ser descubiertos (como las dependientas de Negro, igual):
-te lanzan los platos sobre la mesa
-jamás (y quiero decir JAMAS) te miran a los ojos... si entran en contacto visual contigo, la maldición de los camareros guapos caerá sobre ellos y se les borrarán de golpe todos los tatuajes, se les caerán los piercings y les retirarán el visado de ibiza y la latina (madrid)..
-se toman una cerveza en la barra mientras en la terraza hay seis mesas sin atender con sus respectivos clientes con los labios agrietados de deshidratación y las cuencas de los ojos azules.
-siempre te traen algo que no es lo que has pedido... y no es casualidad... lo hacen para marcar la jerarquía... yo soy un dios de la belleza y tú, tú eres un mierda que vienes aquí a que yo, dios de la belleza, te alimente y por ello debes rendirme pleitesía y adorarme... vil ser que como tres veces al día! (ellos no suelen comer, solo fuman y toman café/cerveza).
-tienen la obligación, por convenio colectivo (del colectivo de camareros guapos), de traerte la factura una hora después de que la pidas...
-NUNCA, y digo, NUNCA... te pueden sonreir. Ellos no están allí para hacerte la comida agradable. NO. Están allí para que te sientas juzgado, incómodo, para estirar tu hambre y tu paciencia hasta límites insospechados, para sacar tu lado lecter más oculto y salvaje. Ellos están allí para ser bellos, para fluir, para que te deleites viéndolos, para lucir su dragón chino del brazo y su pulsera de rosas tatuadas.. y encima, tú, mierdecilla, pretendes que te marquen la mesa, que te den los buenos días, que digan gracias y por favor?.... ¡los feos siempre tan amargados!...

A veces, cuando me topo con algún camarero-guapo (al menos una vez por semana) me apetece decirle cosas como; "que mala cara tiens hoy" o "he visto a un pijo de icade con tu mismo piercing" o "santi millán nunca fue camarero"...

Ser un profesional de la hosteleria es un auténtico arte, que requiere mucho sacrificio, mucho trabajo y muchísimo talento... de hecho creo que la cosa debería ser al revés... los que quieren ser buenos camareros deberían trabajar de actores/modelos para ganarse unas pelillas y asi tirar hasta que les contraten en un restaurante/bar donde haya autenticos camareros... "na, yo estoy yendo a la escuela de hostelería y mi sueño es trabajar como sumiller en la broche y nada... vengo a hacer el casting de la última peli de María Ripoll porque necesito pagar las facturas mientras tanto". Amen.

13 Comments:

Blogger Zagloso said...

Completamente de acuerdo. La persona más malvada que he conocido es una camarera rusa preciosa que trabajaba en una cafetería del típico sitio de playa. ¡Qué gélidas miradas! ¡Qué desdén! ¡Qué gran rival para James Bond! ¡Qué buena estaba! Creo que la amo...

12:09 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

No hay que amarles mago... ellos son de otra especie... no son humanos... son dioses del desdén y a mi me parece bien... pero no quiero que los contraten para ponerme el café... porque si la cosa va de duelo de caras de perro... creeme... puedo acabar echando espuma por la boca.

12:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Agh, se me ha caído un ojo... Iiigghhss... "Convenio", por favor.

PS: Por algún motivo que no entiendo mi retina sólo capta a las camareras guapas, así que el tema de discusión se me escapa absurdamente.

12:50 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

Efe... retina recogida...
¿tu retina solo capta camareras guapas?....
¿Tus papilas gustativas solo saborean entonces cafeses con sabor a corcho quemado?

1:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En fin, los hombres, como siempre, a por uvas.

Eminente y magistral post, Perrilín, particularmente el final.

3:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Oh, no, yo no tengo papilas gustativas. Ni oído interno. Ni pies.

En realidad soy un trozo de cerebro en un bote de mermelada.

PS: Ahora que lo pienso, las camareras suelen ser tanto más bordes cuanto más atractivas. Pero yo siempre he pensado que lo hacen aposta porque así molan más, por eso no había caído, no creo que cuente.

3:14 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es justo al revés, EFE. Si sonrieran encantadora y profesionalmente los hombres, que sólo perseguís a las malas malotas, sólo veríais una camarera.

Luego lo que buscan con su borderío es vuestra atención y, vosotros, bien que entráis al trapo. Todos contentos.

9:55 a. m.  
Blogger Meridiana said...

JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Pues qué quieres que te diga... a mí los camareros guapos me ponen mucho. Primero, si no fueran divinos, no serían tan guapos y, segundo, si les miras y les sonríes desde la distancia, siendo tan divina tú, al final, como todos, terminan girando las tornas, y ¿si no? haz la prueba, y me lo cuentas!

3:36 p. m.  
Blogger Gato said...

A mí es que mi religión me prohíbe fijarme en los guapos de diseño. A partir de cinco centímetros de lorza o barriga podemos hablar.

Y cualquier camarero malo es digno de mi furia. Con lo fácil que es admitir para qué cosas sirve uno, para qué otras no, y tratar de orientar así las elecciones de trabajo... Cara-acelgas.

10:19 p. m.  
Blogger Hans said...

Yo es que tengo mucho respeto por esa profesión cuando se ejerce bien.
Soy el cliente perfecto para un buen Maitre o un buen camarero. Disculpo los errores -son humanos- y agradezco los aciertos, envío mis felicitaciones al chef si lo merece y procuro que la propina ponga de manifiesto más eficazmente todos esos sentimientos.
Cuando vuelvo -como bastante fuera- me tratan mejor, y con el tiempo saben hasta qué whisky -si quieren invitarme a un chupito- deben ponerme. Y no es artificial: estoy a gusto y lo muestro, y sé que a todos nos gusta que respeten y aprecien nuestro trabajo.
Con los gilipollas soy todo lo contrario. Sea una modelo eslava de lenceria con más curvas de Monza o un 'chico guapo' de esos que mencionas (de los que hay demasiados en Madrid, ciertamente). Resulta obvio que la caida de ojos del efebo de turno me afecta cero, y que mis años me hacen inmune a los bollitos desdeñosos, de manera que, si un@ de es@s osa manifestar alguna suerte de ese desprecio que tan acertadamente glosas, recibirá su merecido en forma de desprecio MUCHO MÁS contundente.
No es para enorgullecerse, lo sé, pero a los gilipollas hay que tratarlos como tales.

9:28 a. m.  
Blogger damupi said...

el otro día vi una peli, q el prota era el que acompaña a Mr Snipes en Blade III, q iba de camareros y me enseñaron la GRAN REGLA: NUNCA JODAS A QUIEN TE TRAE LA COMIDA (con independencia de si es guapo o no)
Sentadas premisas, añadir q t falta jugar con tus encantos (parece mentira q un hombre te tenga q decir esto). A mi me funciona cdo me atienden camareros homosexuales

10:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

yo, como gato, tengo prohibido por mi religión fijarme en los tíos excesivamente guapos, de hecho, casi me fijo solo en los gorditos calvitos tirando a feos... Pero a los camareros hay que tratarles bien aunque tengas ganas de escupirles a la cara, ellos pueden escupirte en otros sitios sin que te des cuenta...

12:59 p. m.  
Blogger Gato said...

Srta. A: tienes mucha razón siendo tan cautelosa; acerca de maldades de camareros te puede hablar la propia Perri. En este momento oigo su malvada risa: "Ñiaj, ñiaj, ñiaj!"

Documentate
http://laperri.blogspot.com/2006/02/la-letal-perri-reina-de-los-capuchinos.html#comments

1:46 p. m.  

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