jueves, mayo 11, 2006

Pensamientos felices

Mi amiga y amada be es muy sabia. Dice que cuando estas triste o angustiada ( y además eres obsesiva compulsiva como yo… es decir… toc.. ¡hola me llamo perri y soy un toc!… ¡otra camiseta!… si es que tengo que montar una tienda) aunque nada te alivia… cuando los pensamientos e ideas destructivas se apoderan de ti, tienes que echar mano de un pensamiento feliz para superponerlo en plan subo la música para no oir las obras de la calle…

Yo he hecho una pequeña recopilación y me he dado cuenta, tristemente, que muy pocos tienen la fuerza suficiente para tapar, aunque sea solo por un instante, los pensamientos chungos. Puede que sea que mis niveles toc esten muy altos y por eso necesitaría algo así como que nadia comanechi me de un masaje frente al mar escuchando the cardigans (no me escupais… que está muy feo)… o que mis momentos felices no son en realidad tan felices…

Ahí va mi minilista de crisis:
-Bañarme a las ocho de la tarde en matalascañas y, de vuelta al hotel, comprar patatas fritas en las churrerias del paseo marítimo…
-Estar tumbada una noche de invierno en el sofá de mi casa con los pies puestos en el regazo de la perrimother (que se los calienta debido al efecto perri siempre tiene los pies frios) y el perrifather toca la guitar.
-Un helado en la plaza mayor de Pastrana
-Gran Vía al atardecer a 80 km/h
-Cena en Casa Mingo…

Hay más y dentro de estos hay niveles de felicidad distintos… después de escribir este post me siento mucho mejor (gracias be)…

Compartid vuestros momentos felices… de verdad… recordarlos te pone en orden.

21 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Venga me animo:

Atardecer, en la playa, meter los pies en la arena aún calentita mientras se va el sol

Cuando despega el avión de tus SUPERVACACIONES planeadas desde hace meses

Tomar cañas en una terracita mientras da el sol y te partes de risa con tus amigos

Nadar

En invierno debajo de una manta tumbada en el sofá viendo una peli mientras fuera jarrea...

10:27 a. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

jo, molan mucho a....

según be... el secreto está en que sean recuerdos reales y concretos y creo que tiene razón porque si son asi en abstracto pierden mucha fuerza

10:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo soy un pelín "felichista". Hay situaciones que independientemente de mi situación emocional son cucharaditas de azucar para mi corazón como cuando:
- me siento en la butaca de un cine y espero a que empiece la peli,
- me baño en la playa en pelotas,
- escribo comentarios en blogs,
- alguien que me mola me toca por primera vez

1:24 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

zirie... comparto y muy mucho lo de el momento justo antes de que comience la peli... y cuando alguien que te gusta te toca por primera vez...

son momentos que me encantan... pero para mi no son recuerdos con suficiente fuerza para hacer que no me vuelva loca cuando estoy triste...

3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aporreadme porque voy a ser cursi:

- Cuando me pusieron a mi hija nada más nacer en brazos, recién sacada, calentita...confieso que luego con mi segundo hijo fue especial pero no lo recuerdo igual, el efecto primera vez se queda más supongo.
- El primer mega-beso que nos dimos el hacecascos y una servidora, fue en público, con todos mis amigos mirando boquiabiertos, nos tuvieron que separar...magnífico!
- Siempre que bebo agua del grifo del baño de mi casa, sé que es genérico, pero el momento en sí es muy concreto.
- El viaje a Galicia, con mis hijos y mi marido, conduciendo yo, los demás dormidos. Felicidad total.

Ahora que lo pienso no tengo muchos muy especiales, pero es porque tengo muchos más cotidianos, pequeños, pero muchos. Soy una suertuda, ya lo sé.

3:11 p. m.  
Blogger Patricia said...

Bertich, eres mi ideal.

Los pequeños besos de despedida de anoche con mi meo-de-pie. No sé cómo llegué al bus; con sonrisa y cara de tonta, fijo. Y prometí no olvidarlos nunca.

3:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Como digo siempre ni yo misma me lo creo....

Patricia, precisamente creo que has dado en el clavo, ¿y si lo que hacemos a partir de ahora es llenar nuestro "banco de datos de momentos felices" de forma voluntaria? dices que "Y prometí no olvidarlos nunca"...creo que tenemos muchos momentos felices, pero tendemos a olvidarlos...yo desde hoy pienso intentar ser más consciente y guardarlos para recuperarlos cuando los necesite...como con los zapatos, nunca los tiro porque no sabes cuándo puedes necesitarlos, pues igual!
Suena a libro de autoayuda, pero creo que funcionará.

3:40 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

Patricia, Bertich... sois una perracas del infierno siderallllll....

,,,, pero me parece una gran idea lo de guardar los momentos felices... eso haré a partir de ahora... sip

4:14 p. m.  
Blogger aspirante said...

mmm...curioso tu blog, seguiré leyendo, ameno y fresco por ahora... y eso de perri?? jajaj bonito nombre

4:56 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

bienvenido aspirante a cínico.... lo de perri es una historia corta y poco atractiva asi que para mantener el alo de misterio no la revelaré... hoy no tengo el dia exhibicionista (rara cosa)...

5:15 p. m.  
Blogger Tos said...

Pedantería proustiana:
Prefiero los momentos de felicidad que están por llegar. Por eso, en cuanto a los recuerdos, los que más me gustan no son los que recupero voluntariamente, sino los que aparecen inesperadamente a través de un estímulo condicionado: como los perros de Pavlov, me pongo a salivar sin habérmelo propuesto. Y me encanta. A medida que pasa el tiempo tengo más. ¿Por qué no van a seguir sucediendo?

5:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo me busco en el youtube a locomia, chimo bayo y vanilla ice por ese orden, deberíais probar, es una forma bastante friki de recuperar el tono.

Y no va para nada con mi tono jocoso-payasil, pero cerrar los ojos en un parque o en la playa (sustituible por piscina para los terráqueos) también ayuda.

Y el último, cuando quedé segundo en la carrera de sacos de mi barrio, y toda mi familia me miraba orgullosa. Fue la última vez creo XD

5:42 p. m.  
Blogger Carmen Mañana said...

tos... que un recuerdo feliz te venga asi de sopetón es una de las mejores cosas que te pueden pasar...

...lector... yo siempre perdía en las carreras de sacos del cole, y en los partidos de voley y en las carreras.. y... en cualquier actividad física... pero, la verdad, me daba igual... ¡que suerte ser segundo!

6:13 p. m.  
Blogger Gato said...

Tengo recuerdos bonitos, pero los que realmente me cambian el día de color llegan, como dice Tos, sin llamarlos. Además no son recuerdos de momentos, sino de climas anímicos de infancia.

Me pueden abordar cuando en un día de primavera percibo un olor fresco de aire limpio, recién calentado por los primeros soles, y justo cruzan un par de golondrinas piando "¡¡Tiiiuu!!"... entonces no me hace falta ni cerrar los ojos para sentirme enana, llevar puesto un vestido de baberola y lazo y tener las rodillas con costra.


...

6:32 p. m.  
Blogger Zagloso said...

En este post habría que incluir como advertencia: "Felicidades pasadas no garantizan felicidades futuras". Por ejemplo, ¿qué pasa si un día vas a Casa Mingo y no te sabe igual la comida?

9:00 p. m.  
Blogger Be said...

Para poder contrarrestar la angustia tienen que ser pensamientos poderosos, de esos que usa Harry Potter para convocar sus Patronum.

Me parece una grandísima idea lo de "llenar el banco de datos de momentos felices de forma voluntaria". Así siempre los tendremos a mano cuando los necesitemos.

Pasear con mi padre por la playa cuando era pequeña, pasar la tarde con mi madre en la piscina, una fiesta sorpresa que me hicieron cuando cumplí 18, dormir tan abrazados que parecía que había una sola persona en esa cama...

9:29 p. m.  
Blogger Patricia said...

Tos, desde hace algún tiempo procuro no pensar en el futuro, y del pasado guardo las cosas buenas o bonitas; las baratas y malas intento no recordarlas. Si hay que servirse de ellas, aparecerán solas.
De esta forma el presente se vive algo más intensamente. Y ya he perdido demasiado tiempo planeando tanto futuro que, en definitiva, ni siquiera existe.

La sensación de seguridad al estar con mis padres cuando era pequeña, cuando eran realmente invencibles. Las risas con mi hermano cuando me daba por convertirme en perro y perseguirle por la casa hasta darle un lametón, o hacer los dos cualquier otra chorrada.
Cada vez que olvido los mil y un miedos que, quieras que no, aparecen en la vida de uno sin esperarlos.

11:29 p. m.  
Blogger Unknown said...

El más reciente... Super vacaciones planeadas, Iberia me dice que hay overbooking en mi vuelo (gran bajon) pero que me mandan en primera en otro y me dan la mitad de lo que me costo el avión en efectivo. GRAAAAAAAAN felicidad las siguientes 8 horas de vuelo! :)

11:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuando Elisa jugaba conmigo a lanzarme palos y encontré por casualidad un hueso de pienso enriquecido.

Las siestas bajo la estufa.
Los chapuzones con mi primo Grat en los charcos del retiro.

El aleteo de las palomas al izar vuelo a mi paso. (orguaullo!)

12:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

creo que son mejores los recuerdos genéricos [tipo voy a hacer café y es de la mexicana en vez del superofertón], se pueden repetir más facilmente.
Recordar el 1er lo que sea que fue feliz te puede dejar mas perro aullador de lo que estabas

9:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tu eres mi 1er lo que sea parco

11:50 p. m.  

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