domingo, febrero 12, 2006

Concurso canino

Un concurso llega a la perrera y no se premia al que tenga mejor pelaje, coja mejor el frisbi (davide you're the champion) o entierre más rápido el huesito de cocido. NO.

Se acerca San Valentín. Ya sabeis esa fiesta que odiamos todos los que no tenemos con quien celebrarla y decimos cosas como: "es una horterada", "es la fiesta del corte inglés", "me da ganas de vomitar hasta la mandívula desencajar (parte de la letra de un grupo extinto antes de su nacimiento)"...

También hay 'parejas guays' que se unen a la celebración de lugares comunes sobre San Valentín... pero es que claro, cacho fuckingtruckings, para vosotros todos los días son fiesta en el Corte Ingles...

En fin, al grano, el concurso es el siguiente: el más momento sandía que has protagonizado por amor. .... el ganador será elegido por aclamación popular y dado a conocer el miércoles... de los premios.... ya hablaremos...

para entender bien las bases del concurso es necesario conocer el concepto momento sandía. Momento sandía tiene su origen en una mítica película: Dirty Dancing... corría 1969 cuando todo el mundo me llamaba Baby.... eso. Gran, gran, gran película de la que mis perrilinas amigas y yo nos sabemos casi todos los diálogos y coreografías (momento ángel en el agua incluído)...

... en fin, en un momento de la peli (para los que podais seguir viviendo sin haberla visto) baby... que es más pava que pavo.... quiere ir a ver que hacen los trabajadores del centro de vacaciones en su tiempo libre... se acerca a su bungalow y por el camino se encuentra con uno que le da una sandía y le dice que la acompañe (a grandes rasgos).... cuando llega a la fiesta donde todos se frotan como si se fuese a acabar el mundo, patrick le pregunta que qué hace alli y ella con voz de miss pava de la cosecha 1969 le dice: "he venido a traer una sandía", y claro se da cuenta de lo estúpida que ha sido su respuesta y quiere morir...

... pues eso, cuando debido a los nervios u a otros factores haces algo asín... que a ti misma/o te da la impresión que te ha hecho quedar como un gilipollas y que la otra persona no va a volver ni a hablarte... "momento sandía"....

yo hoy os cuento uno, pero os aseguro que he tenido miles y a cada cual más grande...

había, allá por los tiempos jurásicos, un chico que me gustaba... creo que, como intentaba constántemente que no se me notara, de tanto intentarlo me da la impresión de que todo el mundo se había percatado de que me gustaba... incluído él.

Estabamos comiendo (un grupo de gente... entre el que se encontraba EL)... hablábamos de primeras citas... (puag) y decían (yo no podía hablar... EL estaba enfrente y como pensaba varias veces lo que iba a decir antes de decirlo para asegurarme que no era patético sino ingenioso a la par que encantador... pues cuando ya iba a soltar mi frase... habíamos cambiado de tema... y vuelve a pensar en cosas ingeniosas e interesantes para atraer su atención, impactarle y conseguir que quisiese cocinar para mi for ever con una sola mirada... ¡que agotamiento!)....

lo siento... sigo con el hilo... EL decía que, por ejemplo, nadie pide nada complicado para cenar porque como estas nervioso seguro que se te caen los cubiertos, se te escurren los caracoles o le lanzas el espaguetti a la cara... y siguió:
-"Es normal, cuando estás sentado enfrente de alguien que te gusta te pones nervioso y se te escurren los cubiertos como ahora a la perri"...
... yo tenía los cubiertos bien sujetitos... pero fue oir esas palabras y mis manos... actuando independientemente de las órdenes de mi cerebro que decían; sujétalo bien, sujétalo bien... soltaron el cuchillo que calló al suelo con un gran estruendo....

-"Pero no te pongas tan roja perri que vas a explotar... estas como el tomate que acabas de tirarte en los pantalones"...

¡QUERÍA MORIRRRRRRRRRRRRRRRRR... QUÉ SANDÍA MÁS GRANDEEEEEEEEEE!....

contacme las vuestras, no seais dignos-tímidos que todos tenemos.... venga un poco de catarsis y de reirnos de nosotros mismos que nos hace falta. Sandíassssssssssssss fueraaaaaaaaaaaaa

45 Comments:

Anonymous Anónimo said...

SIBEL DICE:
En primer lugar y sin ánimo de ofenderte, lástima que pongas justo ésta peli. de ej. ya que no puedo evitar detestarla, además para más I.N.R.I. justo la chica que se llevó a mi amor imposible, es decir x quién hice el ridículo más inmenso, era una obsesa de D.D.
Bueno lo que decía hubo un chico x quien me rebajé a todos los niveles, desde sacarle la lengua en plan sexy, me muero sólo de pensarlo, hasta pedirle mil veces que se acostara conmigo, y encima lo hacía., pero lo peor fue una vez en un concierto que para llamar su atención y la verdad es que no iba ni colocada ni bebida, llegué a revolcarme por el polvoriento suelo y mi abrigo se convirtió en una croqueta. Esa fue la última vez que se dignó a ir conmigo, pero esa noche ni logró empalmar...
Supongo que despúes de aquello era imposible caer más bajo.

7:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hm hm... interesante tu propuesta perri.
Años atrás me dió por un esmirriaíllo, le llamaré RR.
Me pasaba como cuentas con tu ÉL, cuando le veía imperaba en mí la necesidad de medir y pesar cada palabra, sonido o gesto que mi cuerpo emitiera soñando con que siempre fueran las más acertadas, molonas, ingeniosas...etc; cEl resultado fue que conntinuamente perdía el hilo temporal de la conversación. Todo éllo llegó a estresarme tanto que a partir de cierta noche, cada vez que coincidíamos, me ardía el lateral derecho del labio inferior. Pero ésto no era nada, porque éso sólo era el reflejo sensorial de lo que todos los otros incluido RR presenciaban: ¡mi labio se crecía hasta la deformación!
Terrible, y créeme que no exagero. Somatización profesional.

11:05 p. m.  
Blogger damupi said...

He tenido y tengo momentos sandia. PEro como parte del bufón q llevo dentro me alegro de q se rian conmigo. Si eso no puede ser, prefiero q se rian de mi a q no se rian.
En fin, mi historia: En el instituto (se supone q ya votas y todo eso), me gustaba una chica, era 13 de febrero, y llevó una camiseta del pato donald con un rotulo que rezaba así: "Why me?"
Ni corto ni perezoso, ese mismo dia, por la tarde me fui a madrid a q me hiciesen una camiseta en la que donald y daisy aparecen con trajes de baño, besandose y en medio un corazon, con un titulo que hice en power point (q cutre) que rezaba así:
"Because I love you".
Al entrar en clase de descojonaron, todos sabian pq era, o mejor dicho, por quien era, pero mi amor está más alla de las risas de los demas, mi amor se da, no se recibe, el amor es dar y si se rien de ti....pues peor para ellos

11:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

yo,una camarera infalible,levando los platos de cuatro en cuatro y autenticas torres de plato taza plato taza plato taza....siemrep concentradisime en mi trabajo.
hasta que claro pasa EL de visita,y saluda desde el final de la barra.voy yo saludo toda estupenda,y del sonrison que abri se me desequilibro el plato taza plato taza y tomar por el culo mi dignidad y todo,toda la loza a lamierda.es lo que tiene que te emocionas y....

12:08 a. m.  
Blogger mir said...

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1:12 a. m.  
Blogger mir said...

jajajaja, cómo me he reido con Sibel... jo, has puesto es listón muuuy alto :P, a ver quién supera eso...

Creo que ya lo he contado en el blog de Gab, si no recuerdo mal... Bueno, la primera de la que me acuerdo (aunque habrá montones, porque siempre he preferido eso de "mejor una vez roja que ciento amarilla" y cuando alguien me ha interesado, se lo he dado a entender) ocurrió, como Damupi, en el instituto...

En aquellos dias (1992), la pequeña mir se había enamorado hasta las trancas de un meo-de-pie de ojos azules, metroochenta. Él pasaba de la pequeña mir olimpicamente -para variar- pero sabía de sus sentimientos. Iban juntos a clase. Él en la segunda fila, mir en la cuarta.

Un dia, en una clase de lengua (dios, qué lejos queda esto... "lengua española" ay!), la pequeña mir, absorta en su adolescente efervescencia hormonal, coge uno de sus lápices y garabatea el nombre del meo-de-pie de sus desvelos mientras el profesor pasea por la clase.

Mir orbitaba (este chiste es mio :P) por el espacio sideral, flotando en una nave espacial que usaba caramelo líquido como combustible para volar, cuando el profesor se situó detrás de ella, que ya estaba avistando Plutón.

"Vaya, vaya... pequeña mir... así que te gusta X... pues voy a tener que hablar con él... a ver qué opina".

Creí morir... mi nave se desplomó de repente, pero aún faltaba lo mejor... X se giró desde su segunda fila y dijo PARA TODA LA CLASE: "A mi no tiene usted que decirme nada, yo ya estoy enterado de todo".

¿Por qué? ¿Por qué no se calló? ¿Hay miles de X por el mundo mundial? Quise aterrizar sobre él en caida libre y luego ahogarlo con el caramelo líquido...

_________________________

14 años después (esto pasó cuando tenía 14) estaba en la frutería de un supermercado, comprando unas verdurinas, y fui a que me pesaran una sandía (:P)... y tachaaaaaaaaaaaannnn ¿quién era el frutero? Siiii... era él... Como venganza le dije "hombre Y -sabiendo que se llama X-, cuantísimo tiempo..." me sentí realizada... tarde, pero realizada.

1:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sin ánimo de entrar a concurso, sólo contar lo típico, uno hacía todo lo posible para llamar la atención de una chica, por ejemplo, fumar puros, cantar tunas, conversar a grito "pelao", pedir prestados coches pijos, etc...y al final todo este esfuerzo servía para que la deseada se fuera con tu amigo...
Quanta frustración!
WILLARD.

9:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jo, ¡que grandes historias perrilinos!... pero como dice mir mejor una vez roja que ciento amarillo...

Sibel, que fueteeeeeeeee.... piense que al final quedó como se merecía...

Ludmilla, me postro ante tí... yo también soy muy psicosomática pero lo del labio que se hincha de amor me parece lo mejor del universo...

Damupi, hay mujeres a las que les han extirpado el corazón (también hombres)... desde luego esa camiseta merece.... no se....es un acto glorioso....

camarera... yo, que soy 'un poco torpe' me he tirado por encima cocacloas, cafeses recién puestos, bandejas del mcjonals... y todo aquello que pasase por mis manos (llegué a desarrollar la teoría de que como ludmilla yo psicosomizaba mi amor con la pérdida de fuerza en las manos)...

Mir... pero que gilipollas fuckintricking!!!!!!!!!!!.... el muy cabrón te remató después del apedreamiento a tu nave del profesor... a ver ahora... 'ponme cuarto y mitad de sandía'

Willard... pedir prestados coches pijos kk... eso es antimórbico o como dice mi amigo d...es un deterrente sexual... kkkkkk...

11:21 a. m.  
Blogger mir said...

"el labio que se hincha de amor"... es tán erótico, :)

me lo apunto como metáfora. jajajajaj

11:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aquella vez que me abalancé (literalmente y con muerdo incluído)ardiendo de amor y después de varios meses reprimiéndome, sobre mi amigo-amor platónico. Borracha como una cuba, para más inri. Él se molestó en conducir mi coche hasta mi casa. Mi estado era deplorable. De la manera más dramática y culebrenesca posible le declaré todo el amor que llevaba dentro, en plan "Oh, perrilín mío, cuánto he esperado este momento". Y él ardió también. Pero no de amor, sino de vergüenza ajena, porque me contó entre tartamudeos que en realidad era gay.
Esta vez la que enardeció roja cual sandía fui yo.

2:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ciertamente, los coches fueron lo peor, supongo que caía mal sólo de aparecer con ellos, pude comprobarlo sobradamente, aún así, tropecé dos veces con la misma piedra, tiempo después probé a ser yo mismo y obtuve mejores resultados...
WILLARD.

3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una vez oí decir que la vergüenza ajena es algo que sólo existe en España, el caso es que la expresión no tiene traducción en otros idiomas...
Supongo que es cierto, sólo falta hechar un vistazo a como van vestidos la mayoría de "guiris"...
WILLARD.

3:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo he tenido dos momentos sandía, ambos en la adolescencia:

1. Pordiosantobendito, de esto hace 24 años... Me gustaba muchísimo J.D., que era el malote del cole, no el guapo guay, sino el punky malote, esmirriado y paliducho repetidor fancinero. Ahora dirían que era un Freaky-Goth o así. Tenía los ojos amarillos. Una servidora con ortodoncia y gafas de culo de vaso, fijo que calientapiernas o similar, el cuerpo ese raro que se tiene cuando se crece, las carpetas y libros a los bustos y qué hostias, con un par, que de toda la vida de dios he sido muy valiente. Él apoyado a lo jamesdean en una verja enfrente de la salida del cole, todo de negro gastado; yo que lo veo y me digo: "Tiene que saber que existes, tienes que pasar delante de él andando felinamente". Total, que allá voy, muerta de miedo pero intentando mantener el tipo. Me dirijo en línea recta hacia él, mirándole fijamente mientras ando -estoy convencida- de forma sexy y sofisticada. Justo cuando llego a un paso y medio de él, en el momento en que hago el quiebro para variar mi trayectoria, me tuerzo el tobillo y aterrizo de rodillas justo delante, a escasos 20 cms., la cara a la altura que interesa. Él, impertérrito, me dijo, poniéndome la mano en la cabeza: “Yo te perdono, hija mía”. ¿Era o no era para estar loca por él?

2. Unos dos años más tarde. Fiesta en el jardín de un pijazo de Montepríncipe. Servidora maqueada a la última londinense, moderna pero con ese toque provinciano que tanto aprecian los pijos, para no sentirme excluida (¡¡¡¡¡pfffffffffttt!!!!). Era la época de el maquillaje aquél Arena del Desierto, Tierra del Nilo, o algo así. Grupo de chicos y moi, sentada, y uno, que era el mayor de la fiesta (19, goaou) y que era el que me gustaba, que me dice: “Estás muy guapa hoy, estás morena” a lo que contesto, con la mejor de mis sonrisas “Yo es que con cuatro polvos estoy estupenda”. Res ipsa loquit.

3:38 p. m.  
Blogger Anómalo said...

Mi historia es tan banal... sin supermodelos ni nada. Simple humillación, pura y dura.
Yo había quedado con ella una tarde cualquiera en una capital cualquiera de Madriz. Mi cerebro invisible ya iba maquinando aviesas estrategias cuando ella anunció: "oye, vamos a Secamanos, que vienen unas amigas". ¡Mierda!
Total, que nos tomamos las cañas los cuatro. Luego a cenar algo. Yo tenía un trabajo que entregar al día siguiente, pero... al carajo. Claro, una cena en un kebab no da intimidad suficiente cuando hay dos amigas presentes. Ni aunque no haya amigas, que no les engañen. Así que cuando decidieron cambiar de barrio para seguir con las copas... tuve que acompañarlas, a ver si encontraba hueco.
Nada, oiga. Fort Knox está menos vigilado que ella aquella noche. Total, que el único momento en que estuvimos solos fue de camino al Búho, cuando sus amigas nos dejaron atrás (puede que intencionadamente). Entonces recogí los últimos restos de alcohol en sangre para darme valor y ¡metí cabeza! Y ella se apartó, confundida. "¿Qué haces?", preguntó con curiosidad, como si no entendiera nada.
A lo que contesté: "te estoy entrand...", empecé a explicar. "Er... no... nada... déjalo...".

5:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

MadameDiscordia y Gab... maravillosas historias... Los polvos terracota siguen pegando fuerte gracias a J.LO....(Bufffffffff)

MD (MadameDiscordia)... desde luego que la historia del pijo es mi preferida y tu respuesta maravillosa... a mi si me dices lo de los cuatro polvos te poseo allí mismo (si no lo hizo... es que era un infraser....)

Gab... lo de la Nadja parece una mala pasada del destino... yo estuve con un meo-de-pie que miraba descaradamente a toda pibi que pasaba (la verdad, yo no soy nada jare y me importa bastante poco porque yo también miro)...
... pero paso algo maravilloso... una de esas cosas que te hacen seguir creyendo en la justicia divina... un día, mientras el decia guarradas de una pibi, vino un amigo y le dijo... todo el bar esta mirando a tu novia... y tú? seras capullo...
si era capullo... confirmado

5:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Anomalinnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn....
... esa tía era tooooooooooonta....
como que qué haces?... no lo ves???????????

la expresión 'meter cabeza' me da escalofríos...

5:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué buena idea la de contar momentos sandía!! Si hubieras pedido un momento de gloria hubiera sido chunguísimo. Pero momentos sandía los tengo a montones, de modo que voy a decantarme por el último (el alzheimer es muy malo).

Y conste que me da mucha vergüenza, que cumplo 29 en breve. Hace unos meses conocí a un hombre que me tiene con la baba caída. Debe de tener más de cuarenta años, y es de atractivo... Como tú dices, pinta de partir troncos, y una mirada dulce y cálida, y una voz de esas que te hace apoyar la cabeza en la mano y escuchar como si fuera un dios.

El caso es que, empecé a dormirme y despertarme con él en la cabeza, pero siendo perfectamente consciente de que eso no tiene ni pies ni cabeza. [Inciso: tengo pareja, aunque estamos pasando por un momento muy difícil. Quizá sea por eso].

Pero como yo soy experta en hacer la primera gilipollez que se me pasa por la cabeza- luego me perdono la vida, me había salido del alma-, busqué por internet su dirección y le escribí una carta de amor... ¡¡Anónima!! ¡¡¡Como si fuera una niña chica!!!
El caso es que quedó bonita; una amiga la leyó y me dijo que menos mal que no le había puesto remite porque, si no, lo tendría en el bote [Inciso: mi amiga me quiere mucho]. El caso es que la escribí un miércoles, y ni corta ni perezosa dos horas más tarde salí y la eché a un buzón. Y exactamente otras dos horas más tarde me dí una hostia en la cabeza con la mano y me dije: "Pero...¿Serás gilipollas?"

Dos días más tarde vuelvo, (algo nerviosa, venía de hacer una entrevista de trabajo a escondidas. Necesito cambiar), y estoy esperando en un semáforo para cruzar la calle y volver a la oficina. Estoy en mi mundo, con esa mirada al infinito que pone cara de ameba a cualquiera, cuando de repente, SU cabeza aparece a mi lado, sobresaliendo sobre la carretera y dice "¡Hola!".
Entonces a la nena se le ponen los ojos como dos bolas de billar, se tapa la boca ahogando un gritito froilainmaría y salta hacia atrás, hacia el lado contrario de donde ha aparecido la cabeza. Evidentemente, él se empezó a escoñar de risa, y yo me repuse un poco para decirle "Coño! me has asustado!". Momento de brillantez intelectual y finura allá dónde los haya.

Entonces insiste en invitarme a tomar café (dos veces, debía sospechar que iba a ser divertido. A la segunda, dije que sí, claro). Y nos sentamos en unas mesas en el exterior de una cafetería. Me pide qué quiero tomar. Como es después de comer y quiero quedar bien y no dejarle ver que podría beber cerveza a cualquier hora del día, le digo: "un café". Pero como estoy tan histérica, cuando va a entrar por la puerta del le grito. "¡NO! ¡mejor una tila!!".
Y cuando entra pienso "Pedazo de gilipollas, se va a dar cuenta de que te pones nerviosa por él, y vas y pides una tila". Y cuando sale, brillante, le digo "Es que he tomado muchos cafés hoy y no me va a sentar bien. Luego la barriga..." (ARRGGGHHHHH!!! ME ODIO A MI MISMA LOCAMENTE).

Fumo tabaco de liar. Después de diez años de práctica y disponer de una licenciatura cum laude manufactura de cigarrillos finos como los de la pantera rosa, me tiemblan tanto las manos que al coger el papel parezco Mª Jesus y su acordeón, y me tiro el tabaco encima de los pantalones como cuarenta veces. Luego me los sacudo y me pregunto qué nivel de temblores celulíticos podrá detectar en mis carnes cada vez que me ahostio las piernas. Por fin, cuando decido que ya está bien de hacer el ridículo, me levanto excusándome con que tengo que volver al trabajo. Él se levanta muy cortés y me dice "Un placer". Claro cacho de capullo, como que te lo has pasado de puta madre viéndome hacer el payaso en exclusiva, para tí.

En fin, el caso es que cometer estupideces me recuerda que estoy viva. Como dice el de Buenafuente, " ¡¡Es lo que tiene ser gilipollas!!"

Algún día tienes que proponer sandías laborales,¡¡ tengo una...!!

5:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gato, tu historia es genial... ¡me encanta! y me siento muy identificada... yo creo que si no es gilipollas le habrás parecido encantadora-loca-excéntrica-estimulante-resplandeciente....

el grito froinlanmaría es también mi especialidad... y hacer cosas como cantar " sí, sí, sí... me ha llamado... soy muuuuuuuy feliz... perri tú lo sabías... tus hormonas perrícas son irresistiiiiiiiiibles" (con la música de bien, bien bien volveremos a ver a los romanos de Asterix)... y al terminal mi recital con saltos incluídos descubrir que aún no había colgado el teléfono... GENIAL.

6:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

JAJAJAJAJAJJAJ!!!

Eres mi musa tía.

6:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Perri, la historia que te voy a contar me hizo sufrir durante años. Mi amiga S. la contaba de vez en cuando para hacer escarnio público de mí... Un trauma.

Fue mi primer momento sandía. Yo tenía 12 años, casi 13, y me gustaba un chico guapísimo (y "mayor", él tenía 15, casi 16) al que llamaremos L. L era de mi grupo de scouts, y tenía un cuerpazo que cegaba de lujuria mis ojos preadolescentes. Y que sepas, perri, que lo embarazoso-agobioso-terrible no es haber sido girl scout, a pesar de formar parte de la lista de personajes carismáticos de La Fragua (lo pasábamos muy bien acampando por los montes de Es-paña!). No, el momento sandía fue algo muchísimo peor.

Unos amigos de L que iban a mi colegio le invitaron a la fiesta de fin de curso. Ese día los pequeños cantaban y bailaban, y las monjas ponían música de los Hombres G y llenaban el enorme patio de puestecillos que vendían de todo: desde perritos calientes a pasteles, pasando por libros, marcos para fotos o plantas (de interior y exterior).

El caso es que L estaba invitado, y yo había sido informada por mi amigo T y estaba DE LOS NERVIOS. Porque el chico tardaba. Llegaron T y los demás, llegó su hermano, llegaron sus amigos, pero ÉL no llegaba.

Pasó media hora, y nada. Pasó una hora, y nada. Pasó una hora y media, y nada. Mi ansiedad subía por momentos... y tuve una idea “genial”. L no iba a venir, eso estaba claro, y yo necesitaba hacer algo. Tenía que pasar a la acción, tomar el toro por los cuernos... decidí comprarle una planta. Le compré una bonita, verde, ni grande ni pequeña. Un ficus, creo.

Oh, Dios. Se lo di a su hermano, que se me quedó mirando con ojos espantados. Y entonces... entonces... vi a L entrar en el colegio. Bajaba por el paseo de entrada... se dirigía hacia nosotros... sonreía... Yo miré el ficus y decidí encerrarme en el baño hasta que se fuera.

Lo cual fue como a la media hora. ¿Qué iba a hacer el pobre con una planta de interior en una fiesta en un colegio? No podía bailar, no podía jugar al fútbol, no podía ni coger un perrito caliente y una cocacola a la vez, joder. No sé cómo no lo dejó por ahí tirado. Era muy buena persona, supongo.

L se fue a casa, y a la media hora lo hice yo (desolada, repitiéndome el mantra “le he dado un tiesto, dios mío, un tiesto”, y apoyada moralmente por 2 amigas) iba fijándome en todas las papeleras de la calle (por donde sabía que él había pasado) para ver si descubría al pobre ficus. No estaba.

No sé qué pasaría por la cabeza de L, pero 15 días después nos fuimos de campamento y ese chico de cuerpo de sioux (al que mis amigas conocen como “el del tiesto”) me dio mi primer beso verdadero. Mis primeros besos verdaderos. Fue un campamento genial.

Desde entonces he repetido los momentos sandía a intervalos regulares. A L me lo encuentro de vez en cuando por la calle, porque el mundo es tan pequeño que da asco. Han pasado miles de años, miles de momentos sandía y miles de chicos... pero siempre que le veo vuelvo a revivir el momento tiesto, me quedo helada y no puedo decirle nada más que “Hola”.

6:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gab, tierno ahora, yo entonces lo pasé fatal ("Pero qué he hecho??? Estoy loca??? Un tiesto!!! Aaaaarggg!!!"). Mi amiga S me torturaba contándolo, y yo sufría hasta que pensé que, a lo mejor, de no haber tiesto no hubiera habido final feliz.

L era como Atreyu, sí, pero más alto. Medía casi 1,90 con 16 años. La verdad es que era un chico guapísimo.

Si lee esto me muero.

7:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hm hm, leyéndoos me han venido infinidad de otros momentos/eternidad sandía. Tal vez, ésta sea una de la características comúnes que tenemos quiénes te leemos perri: expertas en cagarla. Pero como decís la mayoría con mucho orgullo. Personalmente puedo afirmar que me es imposible (en momentos así y en muchos otros) ser más cerebral y menos visceral, pero he aprendido a disfrutarme, ¡me gusto!
Bueno, me gustaba C., me encantaba, estaba loca (de amor, me decía yo) aunque más bien era... esos calambres horrorosos que te recorren y te llevan a temblar hasta la voz. Terrible, y maravilloso (desde el recuerdo). Moría por él. -Siempre me he dejado llevar por el dramatismo-
Así que le cité, le invité a cenar por ahí, le regalé unos CDs extraños y a mitad de cena me propuse declararme. C. debía estar pasándolo realmente mal porque me tomó las manos para pedirme que pensara lo que iba a hacer. Ésto me violentó, aparté mis manos de las suyas con cierta agresividad y le dije: -O te callas o ahora mismo me subo a la mesa y grito lo que pretendo que sólo tú escuches-
Después le solté la retahíla de no poder vivir tranquila por los calambres que su presencia me producía y como si estuviéramos en una peli, (como ya sabía que no tenía nada que hacer con él pero necesitaba quitarme aquello de encima), cada vez que el camarero estaba cerca, yo subía el volúmen de mi voz.... así por lo menos él también lo pasó mal.
El muy cabronazo después de la cena me llevó a columpiarnos en una rueda-tirolina (ambos a la vez) para informarme mientras se apretujaba contra mí, de que nada sería posible entre nosotros. Yo, como estaba tan colada me conformaba con aquello.
Per él incluso jugó conmigo a tumbarnos a mirar la luna y las estrellas. gggrrr
Bueno, resultó estar emparejado y días después su novia me buscaba para....

También me lo encuentro ocasionalmente y me es imposible articular palabra, y de lograrlo me sale como en hebreo o papiromano.....

11:09 p. m.  
Blogger missangria said...

Tuve un par de "momentos sandía" con poco tiempo de diferencia por aquél entonces era joven e insegura (este último atributo todavía lo conservo). Tambíen era de las chicas que no tenía suficiente en ocupar su mente con un solo hombre, así que mis más abominables momentos sandía sucedieron gracias a diós con 2 hombres distintos. El primero iba a mi clase, hacía una temporadita que hacíamos cachondeos, que si risitas por aquí risitas por allí, un día estando en el aula con toda la clase de testigo empezamos a bromear y sin saber como (supongo que los propios nervios, la risa tonta...) en fin que le di un guantazo sin querer, pero no controlé la fuerza y además de resonar y hacer callar a todo el mundo, le salió una rojez en toda la tez maravillosamente pálida del susodicho elemento. Después de haberlo puesto en evidencia, él me devolvió el guantazo sin poder controlarlo me salieron las lágrimas a borbotones...El coqueteo pegó un frenazo de campeonato.
A la semana siguiente acabé de machacar mi autoestima con un "momento sandía" todavía peor, me volvía loca el hijo del carnicero de mi pueblo, él y sus amigos frecuentaban un bar al que no me atrevía a entrar, la calle que albergaba dico antro, casualmente estaba toda levantada por obras, el pavimento brillaba por su ausencia y la calle estaba repleta de surcos y fango. Pues me instalé en frente del bar simulé que esperaba a alguien, ya es ridículo estar plantada mientras esperas a alguien de verdad pues la sensación de mirar el reloj cuando en realidad sabes que nadie aparecerá es patética, era mi modo de poder observarle, cuando de pronto aparecen mis amigas, me preguntan que qué estoy haciendo allí, al unísino sale el carnicero con sus amigotes, y a lo lejos se acerca raudo y veloz un niño con una bici, a partir de entonces mis recuerdos se vuelven lentos, el niño se me llevó por delante, yo que iba monísia con mi pantalón blanco nuclear casi rallando lo almidonado, quedó hecho un asco, la rueda quedá marcada en todo mi trasero y las rodillas totalmente enfangadas, además del dolor físico ¡¡¡¡hubiese matado al PUTO NIÑO DE LA BICI!!!! recuerdo las expresiones de susto, sorpresa y burla de mis amigas, carnicero, y amigotes hasta el puto niño me dijo -¡¡¡tia que no te enteras!!! encima de que casi me mata....
Regresé a mi casa, no había otra opción...no sé como pude superar tal vergüenza...me consuela que a lo largo de los años he visto al carnicero tener muchos momentos sandía, no conmigo pero sí con otras...esto es una cadena...

11:40 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

SIBEL DICE:
A mi me ocurre como a Ludmila, después de un montón de años, en mi caso, nada menos que quince años, cuándo en contadas ocasiones he vuelto a ver a aquel por quién tanto me rebajé, el corazón se me acelera y tengo dudas de si no volvería a hacer locuras, a pesar de lo mal que se portó conmigo, es
algo así como una dependencia física, irracional..., según una amiga: el ponía el físico (es moreno, de ojos azules, no muy alto pero con una buena espalda a la que agarrarse, callado y con aires de misterio, con aspecto canalla) y yo ponía el resto, es decir, me lo inventé y esto engancha totalmente, además hoy está quizás más bueno que entonces...

12:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sibel, yo no siento que me rebajara, únicamente seguí mis impulsos. Y sigo haciéndolo. Del último loco impulso salió la pareja que venimos formando cuatro años mi chico y yo.
A veces esos impulsos desembocaron en catástrofes emocionales, pero si hago un grosso repaso el resultado es bastante positivo.

1:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

perdón he dicho cuatro y son catorce

1:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Be, me encantó tu historia de la planta. Sobre todo la media hora encerrada en el baño... Me imagino el sentimiento y lo conozco. Suerte que te quitaste la espinita con los besos.

Ludmila, hay buenrollistas que son tan pero tan guays que pueden hablar serenamente contigo para darte calabazas mientras te llaman pequeñuela. Egolatrillas de poca monta. Pero lo de seguir los impulsos... para mí es vital. Es mil veces peor pensar ¿qué hubiera pasado si...?

Anómalo, corazón: si una tía se parapeta con amigas cuando la habías invitado a ella sola, ya puedes desconfiar... Aunque lo entiendo, si las cabronas se adelantan como para dejaros solos... A veces las mujeres somos malas malas.

Y Sibel, no pierdas tu encanto, pero yo una vez leí una frase que quizá te vendría bien: "La primera vez que me hagas daño será culpa tuya. La segunda... lo será mía"

Bienaventurados los que la cagan, porque ellos tendrán la oportunidad de reírse de sí mismos. Hale.

2:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

SIBEL DICE:
A Ludmila: cuando decía que me identificaba contigo era en el sentido de que todavía me afectaba verle, si digo que me rebajé fué desde un puntode vista social, pero mi modo de actuar es siempre siguiendo mis impulsos aunque la cague o pierda mi encanto.
A Gato de Chershire: si, tienes razón, la culpa fué mía a partir del día en que él se dignó a abrir la boca y confesarme que no me quería, que yo sólo era un polvo.
Ahora le veo y sigo creyendo que está como un tren, pero me jugaría demasiado si sucumbiese a mi fantasía, lo perdería todo y sólo sería yo la culpable...

3:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Llevo estrujándome la cabeza desde ayer y no recuerdo ningún momento sandía...qué desastre, y no penséis que es que soy guay y no meto la gamba, más bien soy una cobarde y sólo me he arriesgado cuando lo tenía muy claro...esto no puede ser...necesito un momento sandía!!!!!

3:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gato, me declaro fan. La frase "ARRGGGHHHHH!!! ME ODIO A MI MISMA LOCAMENTE" resume perfectamente el concepto "momento sandía".

Dirty Dancing es un clásico... Nobody puts Baby in a corner!

5:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aigh, gracias Be!!(me he sonrojado)

Bertich, ánimo. La primera vez duele, pero luego coges carrerilla, y no hay manera de parar!!!

5:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

perrins, me dejais estufacta y entregada.... SOY FAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNNNN

y Bertich... no puede ser!!!!!!!!! tu historia con el hacedor-de-rurrus no puede haber sido tan fácil!!!!!!!!

no me digas que nunca te pillo una mirada furitva-perri a su casco-azul...jijiji

8:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sibel, a mí me parece que nuestros impulsos son parte de nuestro encanto.
No os conozco a ninguno pero la imagen que de vosotras pueda tener tiene que ver con las "sandiadas" que os leo. Y sin duda, al menos para mí, sois muy atractivas/os.
Bertich porfi haz un repaso más profundo, porque aunque no hayas ido dando primeros pasos hacia la nada, o saltos al vacío en lo amatorio, te habrás visto casi desde fuera de tí, flipando con la reacción que te surgía ¿no?,
y éso también es un Momento Sandía ¿no perri?

Bueno, creo que he sido un poco idealista porque los impulsos están bien, pero también te das muchos batacazos y... buuf
Me gustan ahora que los tengo reeducados... o algo así.

9:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo tampoco recuerdo ningún momento sandía :( Y estoy segura de haber tenido más de uno....

Me siento rara, excluída de este bonito mundo frutal... jo...

10:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me muero de curiosidad el hacedor de rurrus de bertich... ¿es un cascos azules? ¿un motorista? ¿un munipa?
A mi me encanta dirty dancing. Hace algunos años me gustaba N, una noche, una amiga de los dos me dio las llaves de la casa de N, me explico cómo era la casa y aventurada por mis sueños y la emociónLOCURA del momento me subí a su piso. Investigué un poco , con el corazón PA-PAM PA-PAM, (descopnocía si estaba o no alguno de sus compañeros de piso). Cuando empezaba a relajarme oí la puerta, y mil barullos me vinieron a la cabeza, ¡¡alguien entraba!!
(Joder! qué coño digo, qué hostias hago yo aquí?, estoy loca!. Joder, joder)
Me doy cuenta de que la luz está encendida, busco el interruptor en la pared y pam! cuando lo presiono se apaga-enciende, ni sé cómo dí un respingo y me cagué (-no literal-) pero..
El corazón se me salía por la garganta, lo oía en mi cerebro, todo temblaba en mí.
- hay una parte que ya tengo clara-, pero de repente aparecí a su lado o ante él o yo qué sé y hala! ponte a explicarle qué haces ahí. Quise ser simpática, tranquila, sorprendente, ingeniosa y probablemente lo fui, (bueno tranquila no); me temblaba la voz, se me atropellaban las palabras...
Quise fumar y fue peor, se me cayó el cigarrilló de la boca, lo rompí, el mechero salió volando.
Le pedí agua, cuando fue para traérmela me hice quinientasveintiseis respiraciones y al instante estaba ahí. Horrible. Lo pasé fatal, fatal.
¡Me sentía tan gilipollas!
Pero logré lo que quería, me salió bien, acabamos en la cama, supongo que ahí me relajé. Cuando salí de su casa me sentía superyo.
Ahora, no volvería a hacerlo, al menos no con ese gilipollas.
¿No sentís que esos "momentos sandía" no se los merecían sus coprotagonistas?

10:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

SIBEL DICE:
A pesar de todo, aunque no se lo mereciese, volvería a hacerlo!

11:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

me estoy estrujando la memoria y no consigo recordar ninguno y deseo haber tenido un momento sandía a más no poder para contarlo, a lo que hemos llegado (qué cosas, perrilina...)

12:58 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jo, Perri, que noooo, que no tengo ninguno....ayer incluso se lo pregunté, y nada, no lo recuerda.
La única vez que casi me muero, pero no creo que sea un momento sandía, es cuando le llamé a mi despacho (sí, yo era su jefa) y entró, se apoyó en la mesa y me dijo "Mándame"...casi muero, el rojo de mi cara no se quitó en semanas, pero está claro que no es un momento sandía sino un "momentazo"...

10:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bertich, yo sí recuerdo un momento sandía tuyo con mito musical de por medio.

1:49 p. m.  
Blogger Anómalo said...

Ahora que todos nos hemos regodeado en nuestra propia vergüenza, the güiner is...?

2:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Madamme plis, recuérdamelo vía email que estoy que no vivo...

2:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vale, Gab, pues ante el mundo...quiero mi momento sandía! Pero no sé porqué me da que este que dice Madamme no es muy sandía porque no creo que estuviera loquita por el susodicho cantante...me acordaría...
Gab, hoy, después de 6 años sigo poniéndome colorada con el "Mándame"...otro gran momento fue cuando me dijo "He venido al mundo para llevarte las bolsas"...así estoy yo claro...sorry Perri me desvío del tema...es que babeo...slurps...

4:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

http://www.fotolog.com/madrid_erotica

domani...

11:59 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vamos allá...

Este post ya estará pasado de moda o demodé o anticuado o anticué... pero como he estado ausente no he podido participar en el concurso canino, así que aprovecho la coyuntura de un curro tedioso y una vida ociosa para presentar mi candidatura fuera de plazo.

Momentos sandía estelares de mi vida:

1.- 14 años. Mi primer amor platatónico. Ni siquiera conocía de mi existencia, iba dos cursos (cursos... que palabra tan lejana...) más que yo... pero un día de regreso a casa, parecía mirarme, íbamos en aceras opuestas, en la misma dirección, uno mirando al otro... yo sonreía... ella sonreía... y TOIIING (sonido metálico) una farola impidió hacer real mi sueño... Mi incisivo derecho no volvió a recuperar la compostura.

2.- Más crecidito (ejem...) Primera cita con mi segundo amor plactónico (american’s way) Yo no conducía, iba de copiloto, fumaba (ahora conduzco y no fumo, ¿será una secuela?) así que abrí la ventana... un charco a destiempo, un adelantamiento y una gran tromba de agua se cuela, CHOOOFFF (sonido del agua y descripción de mi gesto) .

3.- Aun más crecidito (esto es anónimo ¿no?). Estaba a punto de no creer en el amor pastósico ... pero el destino se confabuló para darme una última oportunidad. En una cervecería, juegos de manos, escorzos pueriles en taburete, ta bu re te, palabra trampa en sí misma y CATACROC (sonido de cráneo herido por fuera y descreído por dentro...).

Fin, pero... esto no es un momento lírico arcaico semi-prosaico (rima no me oprima ni me deprima, a mí usted no se me arrima) pero los momentos sandía-estelar son positivos para eliminar la primera pose que adoptamos y que luego pagamos el pato cuando enseñamos el verdadero rostro de lo que somos... cuando haces algo taaaan ridículo ¿para qué seguir disimulando?

¿Aún no estáis durm...zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

sabr domina... te

12:30 p. m.  
Blogger Jelen said...

esto es del 2006 y estamos en el 2009 pero no puedo dejar de escribir mi momento sandía para otros que con el tiempo aún sigan visitando este blog.
Mi momento sandía me recuerda a Sibel, pero yo no os hablo de cuando era jovencita.... es peor os hablo de la actualidad y cuando ya sumo 30 y +...
él era un canalla, individualista, amigo de sus amigos, no muy guapo, no tenía nada aparentemente ESPECIALMENTE BELLO pero en mi mente era Dios, uno de las pocas personas que me hacían perder la dignidad, y digo hacían por que le cogí el gustillo y para mí ahora hacer el rídiculo ya no me duele.
Nos enrollamos unas cuantas veces, yo por supuesto loca de contenta de estar a su lado empinaba el codo como si cada día que quedásemos fuera fin de año... me dejó por que no lo veía claro...
Al cabo de los meses yo aún no me había recuperado, alguien decidió darme ánimos diciéndome EL TAMPOCO TE HA DEJADO DE QUERER.
Ni corta ni perezosa, ilusionada sabiendo que sentía amor por mí me pongo y le escribo un sms...
Nunca te olvidaré y siempre te querré... no me contesto al momento ( estuve meses mirando el móvil ) pero a los meses y en persona me contestó... Yo ya te había olvidado, a que vino esto?
Después volvimos y lo volvimos a dejar y volvimos y lo volvimos a dejar... y así hasta hoy, que he leido la frase de GATO "La primera vez que me hagas daño será culpa tuya. La segunda... lo será mía"
Y que razón tienes mi niña.
No es un momento Sandía, es una relación sandía.

5:28 p. m.  

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