viernes, agosto 29, 2008

El mal del tiempo

Hace unas semanas, me miré al espejo del baño de un restaurante y me vi, por primera vez en mi vida, mayor y viejuna.

Hace solos unos meses, mientras subía en el ascensor, un viejuno intentó ligar conmigo a través de la fórmula más viejuna del universo: Perdona ¿te puedo preguntar cuantos años tienes?
-28
-Dios, es que te lo he preguntado porque juraría que tenías 18 años y me parecías demasiado joven para estar aquí...

Ese día me miré al espejo y pensé que realmente tenía pinta de niñata que se acaba de olvidar la carpeta con los apuntes en la cafetería.

Calculo que entre uno y otro espejo han pasado unos seis meses, un cumpleaños y algunas cosas más.
"Tranquila, sería el día, la preocupación", me dijo una amiga.
"Nunca me había visto tan mayor, parecía una mujer/señora de verdad", le dije.

No me molesta, ni me preocupa, simplemente me sorprende. Soy una señora y tengo pinta de ello.

miércoles, agosto 27, 2008

Fuyur

Antes de las vacaciones, un tarde sin aire acondicionado y sin ganas de nada estaba hablando con un amigo. Le dije:
-Mi única esperanza es que fuyur, el perro-dragón de la Historia Interminable, venga a buscarme y me saque de este infierno para llevarme a un lugar mejor donde todo sea relax, felicidad y alivio (vale, sí, ya se que el perro-dragón no se llama fuyur, pero yo lo llamo fuyur y fuyur me mola).
-Sí, necesitamos a fuyur.

Y fuyur quedó instaurado como un nuevo término. Un término perri que designa las cosas que nos evaden y nos dan felicidad. Y, al igual que hay cosas fuyur, hay cosas antifuyur.

COsas fuyur: la cerveza, la perri-home, dormir una siesta a los sombra de un árbol mientras oyes las olinas, el aire acondicionado, los berberechos (con o sín patatas fritas), wall-e (y m-o), los regalos bonitos, los perrinos (de cuatro patas) a secas y especialmente cuando se dan un baño en el mar...

Cosas antifuyur: la gente chunga, el emperador (pescado), las olas de calor, las horas extra, la luz de los hospitales, los vaqueros que se te han quedado pequeños, los atascos a 40 grados, los dolores de garganta, las meteduras de pata que sobrepsan los momentos sandía, los recuerdos que te asaltan en los momentos menos inesperados y tienen el mismo efecto que una bala oxidada de la IIGM...

Y cosas que, dependiendo de las circunstancias pueden ser fuyur o antifuyur... como ( one two three answer again) un paseo en vespa. Que es fuyur cuando lo das a al atardecer y no hay embotellamiento y es el antifuyur cuando hay atascazo mortal y las viejas se te lanzan en trompa por no pasos de cebra...

Así que perrinos, para que septiembre no sea tan prozac-friendly compartid lo vuestros fuyurs y antifuyurs con la perri...

¡FUYUR POWER!

lunes, agosto 25, 2008

Los manolitos

He vuelto. Espero que para quedarme... después de un pequeño infierno.

Los manolitos.

En esta profesión mía, hay gente que recibe (gratis) muestras de cosas sobre las que escribe (para que escriba con conocimiento de causa, claro, sólo por eso y NADA MÁS que por eso... no para influir en su opinión, ni comprarla, ni nada...) Yo los llamo cohechos. Los cohechos van desde un jabón a un bolso con tres ceros en su precio... en fin.

Yo antes solía recibir algún que otro cohecho (de los cutrones, ¿eh?) pero ahora nadie me manda nada y yo que soy un poco materialista, un poco fácil y un poco con alma de vieja rica con chofer, pues lo echo de menos... sí, lo hago... y la ética que se la metan en su cartera de Loewe los que tienen un sueldo lo suficientemente abultado para que no les haga ilusión que les regalen unos champuses/cremas hidratantes...

En fin... que hacía mucho que no me cohechaban... pero derepente... me llegó la nueva edición de la colección completa de Manolito Gafotas. En una caja grande. Un montón de libros. ¡Para mí! y ¡Gratis! (Sí, soy patética, ¿qué pasa?)... Por sorpresa. tan nuevos, brillantes...

Los toqué, los olí y los dejé sobre mi mesa porque, efectivamente, me los habían mandado para que supiese de que hablaba... vamos, que los necesitaba para el curro...

A veces, los miraba de reojo, como cuando un perrillo mira el lugar exacto donde ha escondido el huesito de un cocido... secretando, moviendo el rabito...

Entonces se acerca mi jefe. Los mira. ¡Los toca! Me dice:
-Me llevo uno para mi hija ¿Vale?
-Vale (dice mi boca). Pero, cabrón de mierda, si tienes un sueldo cinco veces mayor que el mío... que es que no tienes 15 euros para comprarle un libro a tu niña... te parece bien robarle (sí porque es un robo... ROBO...ROOOOOOOOOBOOOOOOOOOOO)su único cohecho a una colaboradora de mierda, con un sueldo de mierda y un futuero de mierda... (piensa mi cerebro).

Me pillo un rebote importante y en mi mente empuño el hachita perri impacable pero se me pasa "Me quedan el resto de Manolitos", pienso. Me siento un poco absurda y un poco infatil y un poco imbecil. Pero, coño, que mi jefe me ROBE un manolito es como si... como si... Amancio Prada le dice a una de las empleadas de su tienda "¿te importa que me quede con tu uniforme para mi hija?" pues no... no es de recibo...

A la semana siguiente mi jefe vuelve a mi mesa. Se hace un poco el loco. Me pregunta algo ridículo. Echa una mirada mal disimulada sobre mi mesa. Primero acaricia la tapa el manolito que corona la montaña de manolitos... después lo abre como si tal cosa... yo huelo sus intenciones... me temo lo peor... no puedo creer que lo vaya a hacer... pero la ruindad humana no tiene límite... lo va a hacer... lo va a hacer...
-Oye, a mi hija le ha encantado el libro, me llevo los demás ¿vale?
-(mis Manolitos, MIS MANOLITOS,-bueno, vale, no son míos, no los he pagado, me los han regalado de gratis, pero son MIS MANOLITOS- ´qué digo, qué digo,... no puedo soportar semejante abuso sin hacer nada. Le digo: tío, no te parece un poco triste quitarle su único cohecho a tu colaboradora de mierda... No, no... le digo: es que los necesito... no, no... se los tengo que dar... no me quedan más huevos que dárselos... y sonreir... encima sonreir... joder... muerte y destrucción MUERTE Y DESTRUCCIÓN)... Sí, claro, cójelos... pero déjame al menos uno para que pueda escribir la ficha.
-Claro, claro.

Y así, se llevó mis manolitos... un hombre que gana lo que yo nunca ganaré en mi vida... mi único cohecho... robarle a la colaborata... por 15 euros de mierda... La gente NO tiene clase...

.... mis manolitos....